Un sacerdote católico recibió cadena perpetua tras ser declarado culpable de tráfico sexual a niños y jóvenes en Ohio. El papa Francisco aseguró que no se puede aceptar “ningún silencio ni encubrimiento” sobre los abusos en la Iglesia
Michael Zacharias, de 56 años, fue encontrado culpable de cinco cargos de tráfico sexual tras un juicio que duró dos semanas en mayo pasado
De acuerdo con documentos judiciales, Zacharias se aprovechó de su posición de autoridad como sacerdote en una escuela católica para así poder acercarse y ganarse la confianza de niños y jóvenes, para después obligarlos a participar en actos sexuales a cambio de dinero.
Además, el sacerdote se hizo amigo de las familias de sus víctimas.
La evidencia pudo demostrar que el acusado sirvió como un miembro respetado del clero católico durante más de 20 años en Ohio, y durante períodos largos explotaba a los jóvenes y niños, precisa un comunicado el Departamento de Justicia.
En consecuencia a los abusos, muchas de las víctimas desarrollaron una adicción a los opioides, misa que fue aprovechada por el sacerdote.
Entre los afectados hay niños y jóvenes que no tienen un hogar.
Kristen Clarke, fiscal de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, indica en un comunicado que la sentencia contra Zacharias sirve para dar “un mensaje muy claro” de que quienes se aprovechan de sus posiciones de poder y autoridad para así poder agredir y explotar sexualmente a niños “tendrán que rendir cuentas”.
PAPA FRANCISCO SOBRE LOS ABUSOS: “NINGÚN SILENCIO NI ENCUBRIMIENTO”
El papa expresó que no se puede aceptar “ningún silencio ni encubrimiento” en referencia a los abusos en la Iglesia, por lo que exhortó a “perseguir el esclarecimiento de la verdad y el restablecimiento de la justicia dentro de la comunidad eclesial” incluidos los casos en los que no se haya cometido un delito.
“Ningún silencio u ocultación puede ser aceptado sobre el abuso. Esto no es negociable”, aseguró el pontífice durante una audiencia a los asistentes al encuentro de servicios y centros territoriales de escucha para la protección de menores y de los más vulnerables promovidos por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
De acuerdo con un informe que publicado el jueves, siendo este el segundo desde que los obispos italianos pusieron en marcha una operación de transparencia, la CEI recibió 54 denuncias de presuntos casos de abusos sexuales que fueron cometidos por 32 personas que están relacionadas con la Iglesia.
En este sentido, Francisco indicó que “es importante perseguir la verificación de la verdad y el restablecimiento de la justicia dentro de la comunidad eclesial, también en aquellos casos en que ciertas conductas no sean consideradas como delito por la ley del Estado, pero sí por la normativa canónica”.
Con el propósito de “prevenir las oportunidades del mal” es necesaria “una actividad de formación constante, dirigida a difundir sensibilidad y atención a la protección de los más vulnerables”, explicó el papa.
“Según las estadísticas mundiales, entre el 42 y el 46% de los abusos ocurren en la familia o en el barrio. Cállate, cubre todo: tíos, abuelos, hermanos, todo. . . Luego el mundo del deporte, en las escuelas, etc.”, agregó el pontífice.
Así mismo, Francisco aplaudió la labor de los centros de protección de menores y de escucha y les advirtió de “algo muy malo que está pasando, las películas pornográficas que usan a los niños”, y agregó “que se está extendiendo en los teléfonos móviles”.
“Sigan haciendo todo lo posible para que todos los que han sido heridos por la plaga de los abusos pueden sentirse libres de dirigirse con confianza a los centros de escucha, encontrando la acogida y el apoyo que puedan curar sus heridas y renovar la confianza traicionada”, concluyó el papa
Por último, de acuerdo con el informe de la CEI en relación con los abusos, 29 denuncias se hacen referencia a casos presenciales, tres a través Internet y 17 ocurrieron en la parroquia; en cuanto a la edad de las presuntas víctimas en el momento de los hechos, el rango de edad es entre los 15 a 18 años y principalmente fueron mujeres.
De estas denuncias, el 56.8 % son casos del pasado, mientras que el 43.8 % a hechos ocurridos en 2022.