La imagen es patrona de la corporación municipal desde hace 50 años y goza de la primera Medalla de Oro de la Ciudad
Se cumplen ahora cincuenta años del patronazgo de la Santísima Virgen de Valme sobre el Ayuntamiento de Dos Hermanas, desde que un 31 de mayo de 1965 se hiciera efectiva tal distinción al ser promovida por quien era alcalde por aquel entonces, Antonio Muñoz Rivero,fallecido precisamente el pasado 5 de agosto, a los 90 años de edad.
Con motivo de tal efeméride, la hermandad de Nuestra Señora de Valme ha querido iniciar sus actos y cultos en honor a la que es también Protectora de los nazarenos con un reconocimiento expreso a la corporación municipal, en agradecimiento por esta distinción concedida hace ya cinco décadas y por la entrega también de la primeraMedalla de Oro de la Ciudad a la Virgen, de cuya distinción se cumplen ahora veinte años, después de que fuera acordada esta medida en un Pleno municipal de octubre de 1995.
Por esta razón, la hermandad obsequió el pasado 9 de octubre a la corporación municipal, representada por su alcalde Francisco Toscano, con una réplica a pequeña escala del monumento a la Virgen de Valme que se encuentra en la plaza de Menéndez Pelayo, en el centro del municipio nazareno. Al acto, que tuvo lugar tras finalizar el traslado de la Virgen desde su capilla sacramental al altar mayor de la parroquia de Santa María Magdalena, asistieron además diversos representantes políticos de la corporación municipal.
En este sentido, Toscano intervino en el acto para mostrar su gratitud por el reconocimiento realizado por la hermandad Valme y aludió a la Constitución Española como base fundamental de esta libertad religiosa y separación de poderes, que hicieron posible en su día esta distinción. «Esto no es óbice para que en un país y en una ciudad como la nuestra no haya un respeto y un reconocimiento desde las instituciones a las personas que profesan la fe y que tienen sus creencias en la advocación a una Virgen que forma parte de nuestra historia», indicó el alcalde.
Toscano prosiguió en esta misma línea reconociendo que «con respeto a las creencias religiosas, está claro que hay que respetar también a esa gran mayoría de nuestro pueblo que tiene esa fe» y aseguró, igualmente, que la Virgen ha servido en el municipio como «nexo de unión» entre todos los vecinos de Dos Hermanas, no solo a los nacidos en el municipio sino también a los que han venido de fuera.