La Diputación y el Arzobispado de Valladolid han firmado este jueves el convenio para la conservación y reparación de las iglesias y ermitas de la provincia, cuyo presupuesto crece hasta alcanzar los 875.000 euros.
De esta cuantía, casi la mitad (400.000 euros) será aportada por la Institución provincial, mientras que 300.000 los pondrá la Archidiócesis, que de esta forma dobla su contribución de anteriores convenios. El resto, 175.000 euros, lo asumirán los ayuntamientos de aquellos municipios donde se intervenga. Las primeras actuaciones serán 55 que forman parte del Plan de Reserva del acuerdo del año anterior, lo que supondrá una inversión de 717.175 euros, mientras que en los próximos meses se efectuará una nueva convocatoria para atender reparaciones urgentes o que respondan a necesidades sobrevenidas hasta agotar la dotación restante, 157.825 euros. Las actuaciones a realizar incluyen reparación de cubiertas y muros, drenajes, tratamiento de estructuras, saneamientos y tratamiento de humedades, pintura, carpintería y reparación de torres, así como reparación o consolidación de elementos estructurales y no estructurales, acabados en el interior e instalación o sustitución de sistemas que faciliten o mejoren las condiciones funcionales.
La firma del convenio ha correspondido al presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, y al cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez. En declaraciones recogidas por Europa Press, Carnero ha enfatizado las dificultades que, por sí solas, tendrían las parroquias para hacer frente al mantenimiento de sus templos en el medio rural, al tiempo que ha advertido de que la conservación de este patrimonio «contribuye a mantener vivos los pueblos» y suponen «un importante legado cultural y una parte esencial de la riqueza cultural de la provincia».
Por su parte, monseñor Blázquez ha subrayado la importancia de «promover diariamente la estima por ese patrimonio» entre los vecinos de las localidades donde se asientan, afectadas en muchos casos por «la despoblación, el envejecimiento y la fragmentación» de los habitantes. Asimismo, ha destacado que estos edificios «trascienden el sentido religioso», ya que junto a su empleo como templo, sirven en muchos casos de centros para actividades y reuniones de tipo social o cultural.
Por ello, ha invitado a todos a colaborar en su conservación, ya que «la Iglesia sola no puede». Ricardo Blázquez se ha referido al aspecto artístico de iglesias y ermitas, respecto a lo cual ha asegurado que «la fe cristiana habla el lenguaje de la belleza», al hilo de lo cual ha defendido la continuidad de iniciativas que pongan en valor este patrimonio como Las Edades del Hombre, que cumple 30 años «sin que descienda el listón» en la calidad de las exposiciones.
Desde que se firmó el convenio por primera vez en 1994, se han realizado 1.192 actuaciones (957 iglesias y 235 ermitas), en las que se han invertido más de 14,2 millones de euros, de los que 7,07 millones han sido aportados por la Diputación de Valladolid, 1,9 millones por el Arzobispado, 2,84 millones por los ayuntamientos, 2,25 millones por la Junta de Castilla y León (que retiró sus aportaciones desde 2009) y 0,12 millones a través de otras aportaciones. Pese a su aplazamiento en 2016 debido a la crisis económica, desde 2012 se ha actuado en 212 iglesias y 43 ermitas con una inversión de 3.199.575 euros, de los que 1.736.341 fueron aportados por la Diputación de Valladolid, 823.319 por el Arzobispado y 639.915 por los ayuntamientos beneficiados».