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Una persona enciende una vela en Málaga, este miércoles.Daniel Pérez

Dioses, diositos y amuletos · por Martín Caparrós

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Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:

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El capítulo #24 cuenta que aquellas sociedades seguían pobladas de seres sobrenaturales. Nunca los dioses habían tenido más seguidores. La religión triunfaba en los países pobres, se diluía en los ricos , y la suerte no tenía ateos

El mundo, entonces, rebosaba de seres sobrenaturales. Las dos religiones más poderosas decían que tenían un solo dios, pero los cristianos adoraban a diez o veinte mil santos —los datos eran confusos—, a quienes sus fieles pedían esas intervenciones inverosímiles llamadas “milagros”. Los musulmanes, por su lado, usaban para eso a sus miles de walis —los “amigos de Alá”—, presentes en la mayoría de sus fracciones. Y los hindúes no podían ni contar sus innumerables dioses, diosas, diosecitos, divinidades varias.

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