El 5 de junio de 1895, Ecuador vivió el proceso de transformación social más importante de su historia; la Revolución Alfarista. Esta revuelta arremetió contra gran parte de las bases del sistema latifundista que dominaba el país de aquel tiempo.
Con solo 22 años, José Eloy Alfaro Delgado, "el viejo luchador"organizó a los sectores populares y lideró la primera acción revolucionaria en Montecristi (provincia de Manabí, litoral), junto con artesanos y comerciantes de la localidad, contra el gobierno de Gabriel García Moreno.
Esta revolución legó al pueblo ecuatoriano las bases para una sociedad de derechos, incluyente, laica y soberana. Así, su propuesta de gobierno puso en vigencia constituciones políticas que otorgaban derechos civiles como la libertad de expresión, entendida como la potestad del pueblo soberano a expresarse libremente sin las limitaciones impuestas por los grupos de poder.
Por otra parte, la época revolucionaria concretó el derecho del matrimonio civil y heredó al pueblo ecuatoriano el Estado laico, es decir, un conjunto de instituciones civiles sin la injerencia del clero y la teocracia.
Gracias a esta revolución se creó el sistema educativo público y laico, que permitió conocer la realidad bajo los cánones de la razón y la ciencia. En el gobierno de Alfaro fueron creados los primeros planteles educativos laicos del Ecuador.
También inició una política incluyente al promover la participación de la mujer en espacios públicos. Alfaro buscó la integración y al mismo tiempo sostuvo una política soberana y de definición de las fronteras ecuatorianas.
Finalmente, la Revolución Alfarista construyó el ferrocarril Guayaquil – Quito, que permitió la conectividad entre la Costa y la Sierra, para consolidar la identidad nacional y crear un mercado interno.
En numerosas ocasiones el presidente Rafael Correa ha manifestado que gracias a Alfaro Ecuador hoy tiene patria, identidad nacional, y un Estado laico, lo que nunca le perdonaron los poderes oligárquicos y eclesiásticos de la época, hasta quemarlo en la "hoguera bárbara".
Esta revolución legó al pueblo ecuatoriano las bases para una sociedad de derechos, incluyente, laica y soberana. Foto: Andes.
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