La Santa Sede admitió que recientemente hubo disputas internas en su organismo de contralor financiero.
El Vaticano admitió ayer que recientemente hubo disputas internas en su organismo de control financiero, previas a la renuncia de su presidente y a la ronda de reuniones de consulta iniciadas el martes por Francisco, de las que saldrá la fórmula para hacer reformas en las finanzas de la Santa Sede. Según una versión del diario romano Il Messaggero, en una carta dirigida al secretario de Estado del Vaticano la junta directiva de la Autoridad de Información Financiera se quejó de que, desde que el experto suizo en lavado de dinero René Bruelhart fuera nombrado director del organismo, ya no era informada sobre las actividades de esa agencia.
Las revelaciones sobre las disputas internas se hicieron públicas en momentos en que Francisco y su Grupo de Ocho cardenales asesores escucharon recomendaciones de parte de una comisión investigadora en torno a las reformas al Banco del Vaticano. En los últimos años, el IOR estuvo envuelto en escándalos, el último de los cuales ocurrió después de que un contador de la Santa Sede fuera arrestado bajo sospecha de haber utilizado su cuenta bancaria en esa institución para lavar dinero. Algunos cardenales pidieron el cierre del banco, pero el Vaticano pone énfasis en la "misión de servicio" que presta a la Iglesia.
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