El Gobierno tiene “el reto” de mostrar con hechos, no ya sólo una digna “imagen de Madrid”, como dice, sino la de España entera. Puede afirmar o, al menos, “tolerar” que seamos una democracia, como la inglesa, donde no hubo problema alguno para que los laicos pudieran manifestarse por el centro de Londres cuando les visitó el papa el año pasado. O, por el contrario, seguir empeñado en perpetuar la teocracia franquista. Esto probaría que tenemos ahora una Constitución de cartón piedra, hecha sólo “para asombrar a los ingleses”, como dicen en Brasil de otras leyes promulgadas sólo para engañar a los de fuera, una indigna payasada. Y si el Gobierno no cumple con su deber, los ciudadanos tenemos aquí el reto de demostrar, acudiendo masivamente a esa manifestación, nuestra apuesta contra la teocracia de facto y en favor de la libertad de conciencia y de la democracia real, ya.
Por un Estado laico
España es el único país de la UE que se declara aconfesional, mientras la gran mayoría son laicos,…