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El país ha sido impactado con varios casos de abusos sexuales en contra de niños, niñas y adolescentes por parte de algunos religiosos que involucran a líderes del Catolicismo y la Iglesia Evangélica, supuestos hombres de fe que valiéndose de su poder e influencia ante sus víctimas y las familias han cometido hechos reprochables, odiosos y asquerosos en contra de inocentes infantes.
Uno de los casos más recientes es el del falso Pastor Johan Manuel Castillo Ortega de 44 años, el cual llevaba 8 años pastoreando la Iglesia Libre, en el kilómetro 15 de la autopista Duarte, Los Alcarrizos, quién está siendo acusado de abuso sexual a varias niñas con edades de 12,13 y 17 años incluyendo algunas víctimas ya hoy mayores de edad.
Según el relato de algunas de las víctimas a las autoridades, este supuesto pastor, un «Lobo disfrazado de piel de cordero» las agredía sexualmente, al tocarlas con sus manos, en su parte íntima.
Es importante destacar las declaraciones del Presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), Pastor Feliciano Lacen quién lamentó la situación que ha ocurrido en distintos puntos del país con relación a los supuestos pastores y muy especialmente al caso de la Iglesia Libre, en Los Alcarrizos. El pastor Lacen repudió estos actos y negó categóricamente que el denominado pastor Johan Manuel Castillo sea parte de esa institución.
Lo propio hizo el Pastor Ezequiel Molina fundador del Ministerio La Batalla de la Fe, quien en sus redes sociales expresó su repudio a este y cualquier otro hecho de violación en contra de niños y niñas. “En este caso referido, si se comprueba, el ASCO es mayor. Pero se inscribe en el grupo de farsantes y engañadores que predijo Jesús para el último tiempo”. Expresó Molina
Definitivamente, aplaudimos las posturas de ambos líderes religiosos, ahora nos surgen varias preguntas. ¿Cuáles son los controles que tienen estas autoridades religiosas para impedir que cualquier persona con el don de la palabra y conocimientos bíblicos pueda simplemente alquilar un local y autoproclamarse pastor sin ninguna regulación o supervisión previa?
Nos preguntamos, ¿si no debería haber restricciones y algún mecanismo en donde la formación moral, ética y humana sean algunos de los requisitos para aspirar a dirigir una iglesia evangélica y de esa forma evitar que estos supuestos pastores ejerzan con tanta facilidad ante la mira indiferente de los propios líderes nacionales?
Recordemos que ya en la República Dominicana son varios los casos de violación sexual en la cual personalidades de la Iglesia Católica y Evangélica se han visto involucradas incluso muchos de ellos condenados; según un trabajo periodístico realizado por N Digital, en el año 2003 se presentó el caso del sacerdote Domingo Espinal, condenado en 2009 a 15 años de prisión por violar a un menor de 12 años.
En 2005, un grupo de sacerdotes y feligreses fueron acusados, entre ellos el diácono Rigoberto de Jesús González, en el año 2013, salieron a la luz pública varios casos de abuso sexual entre ellos lo ocurrido con el sacerdote Alberto Gil, en Juncalito, Santiago.
Pero como olvidar el caso de abuso sexual del nuncio apostólico de la Santa Sede en en país, Józef Wesolowski, mismo que impactó a la sociedad dominicana por tratarse de una figura de relevancia de la Iglesia Católica. En este mismo año se presentó otra situación bochornosa con Juan Manuel Mota de Jesús, “Padre Johnny”, de la iglesia Catedral de San Pedro, en Constanza, quien fue acusado de violar a 15 adolescentes.
De igual manera debemos hacer mención del Cura Elvin Taveras Durán, de la Parroquia Santa Cecilia en Santo Domingo Este, quien en ese mismo año, 2013 fue condenado a 30 años de prisión por asesinar al monaguillo, Fernely Carrión Saviñon.
Otro de los casos abominables por parte de líderes religiosos fue el del Padre Fray Miguel Florenzan Ulloa, acusado de haber violado a un joven de 16 años que estudiaba en el Colegio Agustiniano en La Vega, donde trabajaba el cura. En el año 2021, El pastor Pedro Cuello del Rosario fue acusado de abusar de una adolescente de 16 años desde la edad de 14 años.
El pastor Lorenzo Silverio Almonte, de la iglesia Nueva Vida para Jóvenes, en Santiago, en el año 2023 también fue llevado a la justicia acusado de violar a varias jóvenes en edades de 13 y 17 años.
Y por último al hacernos eco de este extraordinario trabajo de la colega y periodista de investigación Nuria Piera, no podemos dejar de hacer mención al caso más reciente en el cual el diácono de la Iglesia Católica, Cirilo Torres Cruz, de 67 años, fue enviado este lunes 17 de junio a juicio de fondo, por abuso sexual contra un menor de 13 en Santiago Rodríguez.
En este punto de nuestra reflexión debemos hacer un llamado a los padres y tutores a estar atentos, cuidar y proteger a sus hijos de estos demonios, supuestos hombres de Dios, Lobos vestidos con piel de cordero que abusan y destruyen la inocencia de infantes.
Los padres deben estar en el primer plano del cuidado, protección y educación de sus hijos, su responsabilidad es atenderlos y protegerlos de estos supuestos pastores y líderes religiosos que a través de una arma tan poderosa como es la Biblia y el don de la palabra logran influir en el núcleo más importante de nuestra sociedad “Las familias”.
Los vástagos están en la obligación de tener sentido común, cuidar la salud mental y física de sus hijos ante estos monstruos, «Lobos disfrazados de piel de cordero» a la hora de entregar a sus infantes en manos de estos locos, depravados y enfermos mentales. Los padres deben recordar la propia Biblia que expone en (Mateo 24:11), “Jesús advirtió en varias ocasiones que antes de su segunda venida “muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”.
Nosotros condenamos de manera vehemente todo acto dañino a la moral, la dignidad humana y sobre todo exigimos a las autoridades aplicar todo el peso de la ley a estos supuestos religiosos de ser encontrados culpables.
Ahora la responsabilidad cae sobre el Ministerio Público, quien ya adelantó que en el caso del señor Johan Manuel Castillo Ortega violó los artículos 330 y 333 del Código Penal Dominicano y 12, 18, 396, literales B y C, de la Ley 136-03 del Código del Menor.
Ante este reciente caso del señor Castillo Ortega abogamos por la sensatez de los jueces que integran la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste quién de forma absurda e irracional habían impuesto apenas una garantía económica de 50 mil pesos y presentación periódica como medida de coerción al religioso.
En sus manos está hacer justicia. Estas niñas, sus familias y la sociedad dominicana merecen justicia y estos «Lobos vestidos con piel de cordero» paguen por sus actos abominables.
