Estoy de acuerdo en que con mi dinero se pague la sanidad o las pensiones. Pero no lo estoy en pagar una religión en la que no creo, que ha sido cómplice del franquismo y sigue interviniendo en nuestra sociedad. ¿No sería más justo que
La Iglesia da unas cifras de creyentes increíbles. Millones de no creyentes, como yo, estamos bautizados obligatoriamente, y muchos otros lo han sido por tradición o por presión de la familia. ¿Por qué no cuentan el número de católicos por los asistentes a las iglesias? Según algunas fuentes, la Iglesia católica nos cuesta entre 7.000 y 10.000 millones de euros. De ellos, 3.500 son para subvenciones a colegios; 600 a profesores de religión y 200 a la conservación del patrimonio. A propósito, ¿de quién es el patrimonio? ¿Es de unos señores de Italia o de quien lo ha pagado, o sea, el pueblo? Y si el patrimonio es del Papa, ¿por qué no paga impuestos?.