Aunque el sacrificio humano ha quedado descartado, uno no puede evitar pensar en la ironía de la situación de rezar para conseguir que llueva
Es interesante cómo, incluso en este siglo XXI, la fe en lo divino puede resurgir cuando la naturaleza parece fallar. En la ciudad de Cádiz, la prolongada sequía ha llevado a los habitantes a adoptar medidas desesperadas y un tanto absurdas: la organización de misas para solicitar lluvia. Desde este lunes hasta el viernes, a las 20:00 horas, la parroquia de San José se convierte en el escenario de súplicas divinas para el cambio climático.