Para Cristianos Socialistas la creación de Unidades de Cuidados Paliativos se considera “prioritario”, reclaman que estén dotadas “adecuadamente” y que “alcancen a toda la población, tanto urbana como rural”.
Este Grupo Federal del PSOE (Cristianos Socialistas) ha valorado positivamente la propuesta del PSOE “por atender a las nuevas situaciones sociales que se están generando” y han pedido una regulación adecuada y garantista que pueda evitar “abusos graves en contra del más débil, de aquel que tiene menos recursos o menos representación”.
Tras reunión de la Comisión Federal de Cristianos Socialistas, este órgano de dirección, coordinado a nivel nacional por Juan Carlos González, reconoció y valoró el esfuerzo “de los compañeros y compañeras que han trabajado este documento” y manifestó que Cristianos Socialistas volverá a ofrecerse (y con este documento hace esa apuesta) en el necesario “puente entre posiciones que muchas veces están alejadas por el uso del lenguaje pero no tanto por el objetivo o la intención”.
González recordaba, como hace el documento, que “desde una visión cristiana consideramos la vida un don y por ello un valor indispensable. Por ello rechazamos el suicido o cualquier otro atentado contra la vida. Pero afirmamos, y no es contrario con nuestros valores, que la dignidad de la persona es incompatible con el encarnizamiento terapéutico o el sostenimiento meramente vegetativo de la vida cuando llegamos a la fase final de nuestras vidas”.
Esta semana se ha conocido que la mayoría de los católicos estaría a favor de regular la eutanasia. Diferentes medios se han hecho eco de encuestas que consolidan esta posición, nada alejada de la que defiende Cristianos Socialistas.
DOCUMENTO:
1.- El Grupo Federal de Cristianos Socialistas, consciente de la importancia y transcendencia que tiene la propuesta del PSOE de aprobación de una Ley Orgánica sobre la Eutanasia, para el conjunto de la sociedad y muy especialmente para los cristianos, queremos contribuir, con esta nota, al diálogo y la reflexión sobre la necesidad de dignificar el final de la vida.
2.- La antropología cristiana nos lleva a considerar que la vida es un don y por ello es un valor indisponible, tanto la vida de los otros como la propia. Por ello somos contrarios al suicidio como a toda forma de atentado contra la vida. De igual manera, la afirmación de la dignidad de la persona, compartida con otras visiones, nos lleva a propugnar una muerte digna, evitando el encarnizamiento terapéutico, el sostenimiento meramente vegetativo de la vida de la persona o el sufrimiento cuando la persona se encuentra en situación terminal.
3.- De acuerdo con este planteamiento, y atendiendo al cambio social y sanitario y a la amplia necesidad social, es prioritaria una Ley de Cuidados Paliativos. Consideramos que deberían crearse Unidades de Cuidados Paliativos, dotadas adecuadamente y que alcancen a toda la población, tanto urbana como rural. La experiencia está demostrando que, donde existen Unidades de Cuidados Paliativos bien dotadas, las solicitudes de suicidios asistidos han disminuido claramente. En este aspecto consideramos que el acompañamiento psicológico y espiritual es de un valor a menudo infravalorado y que debería contemplarse como parte del proceso. Pensamos que no podemos dejar que las personas sufran de forma intolerable en el final de la vida.
4.- En este contexto entendemos que puede haber casos límite en que personas con apoyo familiar y médico decidan que deben practicar la eutanasia. Consideramos que no tiene lugar la sanción penal. Estamos de acuerdo con una ley que permita la despenalización de la Eutanasia de acuerdo con un ordenamiento jurídico fundado en la protección de los derechos fundamentales. Apoyamos las propuestas que permitan la libertad de la persona en conciencia. Consideramos importante garantizar el desarrollo de derechos que favorezcan una mayor calidad de vida personal y colectiva. Por ello, entendemos que toda persona enferma, en situaciones excepcionales, debe tener garantizado el derecho a decidir, teniendo toda la información y apoyos sanitarios y sociales posibles, a seguir -o no seguir- viviendo.
5.-En aras de asegurar las mayores garantías en esa vital decisión, apostamos por favorecer que se establezcan protocolos para situaciones límites y se potencien los Comités de Bioética hospitalarios, que ayuden a los profesionales enfermos y familiares a tomar la mejor decisión dentro de la lex artis, siendo la objeción de conciencia un contenido básico a reconocer al profesional médico. Consideramos que documentos como el testamento vital son positivos, y un apoyo y ayuda a la hora de tomar decisiones (tanto a médicos como a familiares).
6.- Como cristianos consideramos que la despenalización de la eutanasia sin la regulación adecuada y garantista puede ocasionar abusos graves en contra del más débil, de aquel que tiene menos recursos o menos representación, pudiendo convertir el final de la vida la opción menos difícil para los más desfavorecidos.
7.- Por último, afirmar que el código penal no es necesariamente la vía adecuada para proponer y persuadir de una determinada antropología a la sociedad, como es la cristiana. Valoramos positivamente la propuesta del PSOE por atender las nuevas situaciones sociales que se están generando, como es el caso de la dignidad personal en el final de la vida. Al Parlamento corresponde, desde la deliberación y el acuerdo sobre una ética mínima, la aprobación de las leyes que nos vinculan a todos.
5 de abril de 2019
Aprobado por la Comisión Federal de Cristianos Socialistas en Madrid