“Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza”. Es difícil aplicarnos esto, cuando la familia divina se compone de un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo, también masculino. Tampoco la Sagrada Familia puede ser nuestro ejemplo, dado que el único varón de verdad, José, -Jesús era también divino- tuvo poco que ver con el tema. Ahora crean una Misa Familiar anual “europea”, en Madrid, unos clérigos que, desde hace dos milenios, no hacen sino despreciar el matrimonio y la familia, como propio sólo “para la tropa”, y alaban su tan mal llevado celibato como ejemplo de santidad.
El colmo es que hoy se atreven incluso a proclamar que esa Misa Familiar “no busca la confrontación con nadie”, cuando aún están en el aire las gravísima y falsas acusaciones políticas que ellos han vertido en años anteriores en ese mismo acto, y cuando, en España como en otras partes, todavía sobrevivimos quienes hemos sido víctimas de su “modelo familiar”, impuesto hasta ayer por la fuerza, con leyes obligatorias para todos, bajo pena de cárcel o incluso muerte. ¡Hasta ese punto nos consideran olvidadizos, ignorantes y manipulables!