El Instituto Aragonés de Fomento (IAF) ha confirmado al Obispado de Teruel y Albarracín la subvención de 1,6 millones de euros incluida en el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite ) de 2015 para la rehabilitación de las fachadas y de parte de las cubiertas de la catedral de Santa María de la Mediavilla, en la capital. El proyecto ya está redactado y las obras comenzarán en cuanto dispongan de licencia municipal. Con ello se retomará la restauración del templo tras un parón de casi siete años, desde que en 2009 concluyó la intervención en el cimborrio y las cubiertas de la nave central y de las naves laterales.
La notificación del IAF llegó el pasado lunes y tiene fecha del pasado 29 de diciembre. En ella se fija como plazo límite para ejecutar la obra el próximo 1 de junio, imposible de cumplir porque los trabajos se prolongarán entre seis y ocho meses, según el proyecto técnico. Por ello, será necesario solicitar una prórroga al Gobierno de Aragón para realizar las obras, siempre dentro de este año.
La rehabilitación de las fachadas y de las cubiertas que no se restauraron en la anterior intervención, realizada entre 2008 y 2009, es una nueva fase del Plan Director de la Catedral que mejorará sustancialmente la imagen de este monumento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y cuyo aspecto exterior es «deplorable», según el arquitecto redactor del proyecto, Joaquín Andrés.
La actuación en las fachadas, que suman una superficie de unos 1.200 metros cuadrados con distintos materiales y etapas constructivas, permitirá solucionar problemas de humedad visibles en los muros, reponer los revocos o reparar elementos de carpintería y huecos, en función de las necesidades de cada zona.
El proyecto incluye la realización de catas y de un estudio arqueológico, cuyos resultados definirán los criterios de la intervención, que en principio plantea «reponer a su situación original los elementos que se conservan» de las diferentes etapas constructivas de un templo que empezó a erigirse en el siglo XII y que fue «creciendo» hasta el siglo XVIII, según indicó el arquitecto.
Elementos originales
Joaquín Andrés señaló que se conserva un buen número de elementos originales de las distintas fases, que concluyeron con la reconstrucción realizada por Regiones Devastadas en el siglo XX, tras la Guerra Civil. De esa etapa data la fachada que recae a la plaza del Obispado, ya que esa parte del templo había sido gravemente dañada por una bomba.
En los muros exteriores de la catedral conviven distintos materiales, como mampostería, revoco o esgrafiado de ladrillo. Este último está presente en una puerta del siglo XVIII que da a la plaza de la Marquesa.
En cuanto a la intervención en las cubiertas pendientes de acondicionar, con una superficie total de unos 1.500 metros cuadrados, se levantarán los tejados y se realizará una impermeabilización completa de todos los faldones y encuentros con bóvedas y cúpulas para evitar humedades.
El arquitecto confía en que el proyecto obtenga a fin de mes el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural, necesario para que el Ayuntamiento conceda la licencia de obras. Su contratación por parte del Obispado será inmediata.
Con esta intervención se completarán las fases de restauración exterior previstas en el Plan Director de la catedral aprobado en 1999. Quedará la torre, que es objeto de un proyecto independiente aprobado desde hace años y pendiente de financiación.
Quedarán pendientes elementos interiores, como los archivos y el museo catedralicio y la sala capitular, además de la restauración de bienes muebles.
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Imagen: Fachada de la catedral en la calle Santa Emerenciana, con muestras de humedad y suciedad acumulada | DIARIO DE TERUEL