En 2015, el joven singapurense Amos Yee Pang Sang fue condenado por «ofender sentimientos religiosos» y publicar una imagen del difunto padre del país teniendo sexo con Thatcher (Eww!). Después de una ordalía, Yee fue liberado después de que se comprometió a borrar los videos ‘ofensivos’ y a no publicarlos de nuevo.
Casi un año después, Amos Yee volvió a ser judicializado por las mismas razones absurdas de la vez pasada:
El joven de 17 años de edad, fue detenido el 11 de mayo y puesto en libertad bajo fianza de S $5.000.
Cinco cargos de los que enfrenta Yee son por supuestamente herir los sentimientos religiosos de los musulmanes, y uno por supuestamente herir los sentimientos religiosos de los cristianos.
[…]Si es declarado culpable de herir deliberadamente los sentimientos religiosos de los demás, Yee enfrenta hasta tres años de cárcel y una multa.
Los videos no son particularmente ofensivos (e igual no importaría, porque no existe el derecho a no sentirse ofendido) — es lo que encuentra un adolescente de 17 años tras analizar con un poquito de lógica la religión.
Y es que penalizar la blasfemia es totalmente absurdo porque cuando una religión afirma tener la verdad absoluta, el corolario lógico es que las demás religiones son falsas — así que, por definición, todas las religiones hieren los sentimientos religiosos de las demás.
(vía Friendly Atheist)