El presidente del Tribunal rabínico de Jerusalén, Elyahu Aberjil ha montado un considerable revuelo al dar a conocer las enseñanzas que plasma en su último libro “Hablar con ella”. Este destacado rabino interpreta que un hombre casado puede mantener relaciones sexuales con una mujer distinta de la suya sin violar las leyes del judaísmo ultraortodoxo. Al contrario, tener amantes es para algunos hombres casi un deber.
El rabino explica cuál es la lógica que resulta en la creación de una nueva parcela de libertad para el hombre ultrareligioso: la idea es que la familia es lo primero. Tener hijos es una mitzvá o mandamiento. Partiendo de esa premisa, la mujer que no pueda o no quiera tener hijos está prácticamente obligando a su marido a buscar una solución fuera de casa.
“La mujer que se niega o no puede tener hijos y no está dispuesta a divorciarse de su marido, está provocando que su marido no sea capaz de formar una familia y de continuar su semilla. En este caso, el marido puede tener una concubina y no hay ningún problema desde el punto de vista de la ley judía. Esta sentencia ayudará a los hombres a respetar la mitzvá y a dar continuidad a la semilla, incluso si eso supone tener una amante de forma permanente. La concubina puede incluso vivir con el matrimonio”, explica el rabino, según un fragmento de su libro transcrito por el diario derechista Israel Hayom.
Evidentemente, el permiso no es de doble dirección. Sólo los hombres tienen ese derecho. Las mujeres no tienen semillas. A ellas les queda el consuelo de rezar y pedirle a dios que les de hijos; cuantos más, mejor.
Elyahu Aberjil es una importante autoridad rabínica en Israel y un legislador de referencia en el mundo ultraortodoxo sefardí.
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