Representantes de medio centenar de colectivos y organizaciones sociales se han concentrado hoy ante el Congreso para defender una enseñanza pública y laica, solicitud que también han dejado registrada para que se debata en las comisiones de Peticiones y de Educación de la próxima legislatura.
La protesta forma parte de la campaña titulada «Por una escuela pública y laica, religión fuera de la escuela».
El portavoz de Educación de Europa Laica, Fermín Rodríguez, ha explicado frente a la Cámara Baja que quieren que las candidaturas que se presentan a los comicios del 20D «impongan la laicidad en todos los centros escolares» porque «la libertad de conciencia» es de todos los niños y jóvenes.
«El adoctrinamiento confesional debe estar fuera de la escuela», en el área «privada de las personas», ha insistido.
Rodríguez ha dicho que han mantenido reuniones con los diferentes partidos y sus propuestas son apoyadas por Izquierda Unida y Podemos.
«El PSOE también nos lo ha dicho verbalmente», Ciudadanos «no nos ha recibido» pero sostiene que «no es un tema fundamental para ellos», y «el PP, que sí nos recibió, no está por derogar nada», ha explicado.
«La solución no es meter todas las religiones en la escuela», ha añadido Rodríguez respecto a que en las escuelas se puede ofertar, además de la católica, otras como la religión musulmana.
Los firmantes del documento o «contrato electoral», entre ellos también las federaciones de la Enseñanza de CCOO, UGT, STES y la Federación Feltgb, busca que partidos y candidatos defiendan un modelo laico en el sistema educativo.
«El imprescindible carácter laico que debe revestir la escuela en una sociedad plural, como institución pública, obliga a sacar la religión confesional de la enseñanza, tanto del currículo como del ámbito escolar», recalca el documento de esta campaña.
También solicita que se derogue el Concordato de 1979 y posteriores acuerdos con el Vaticano (así como los acuerdos suscritos con otras confesiones religiones) en tanto que son «invocados como base legal para mantener privilegios y una inadmisible injerencia» en el sistema educativo.