Ponencia presentada en el IV Encuentro por la Laicidad. Madrid 2004
Queridos amigos:
Con motivo del "Encuentro Laicista" anual, "La Alianza contra el conformismo" os envía sus solidarios saludos y sus mejores deseos para la labor del congreso.
Sentimos enormemente que por fuerzas limitadas no podamos acompañaros como lo hicimos el año pasado en Albacete. Las deliberaciones, motivo de vuestro encuentro de hoy, con el fin de concordar las acciones del año que viene, constituyen la base de la continuidad en la lucha a nivel nacional e internacional contra las fuerzas de la oscuridad.
Vuestras enérgicas acciones contra los clerizontes en los colegios y nuestra campaña de información sobre el caso del Dr. Nittmann, con el que hemos dado a conocer el hecho de los impuestos eclesiásticos forzosos con los que son exprimidos los ateístas desempleados en Alemania, ambas cosas forman parte de nuestra lucha común en la defensa de lo mejor que Europa ha aportado y legado a la humanidad: el legado de Voltaire, la primera declaración históricamente mundial de los auténticos, inalterables derechos humanos en el año 1789, cuya esencia es el auténtico e inalterable, o sea, el laicismo institucional: la separación del Estado y la Iglesia sin peros, sin palabrerías y sin concesiones hechas por cobardía, como una de las condiciones elementales para una vida digna de los humanos.
Queridos amigos, os vais a reunir a la misma hora en la que, a espaldas del pueblo engañado y desinformado, una conspiración especialmente maligna del Vaticano, secundada por las Iglesias protestantes, sus dóciles Gobiernos y, sobre todo, la propaganda de prensa y medios de televisión unificados, se acerca a su amenazador fin: la nueva Constitución de Clerigalla de la Unión Europea con su vergonzoso artículo 51.
Con este vergonzoso artículo, la Iglesia quiere asegurarse eternamente los inmensos privilegios que han ido consiguiendo en las leyes nacionales de los estados de la Unión Europea sobre la base de sus concordatos con Hitler, Mussolini y Franco. Nosotros, sin embargo, exigimos: ¡Restauración en Europa del estado anterior al fascismo!
Con este vergonzoso artículo, la Iglesia pretende además crear una zona prelegislativa vaga desde la cual poder influenciar detrás del telón determinantemente el conjunto de la política y legislación de la Unión Europea. Nosotros, sin embargo, exigimos: ¡Laicismo y democracia en todo Europa! ¡No a un Europa del Vaticano! ¡Supresión del artículo 51!
Como al final del todo no sea posible impedir que la Constitución de la Unión Europea devuelva a nuestro antaño ilustrado continente a las garras de la clerigalla en tradición de Franco y Adenauer, entonces con más motivo nos veremos obligados a dar el máximo para, en todos los casos que se nos ofrezca una oportunidad real, aprovecharla consecuentemente cooperando con fuerza a nivel internacional. Bajo el signo de esta unida y constructiva cooperación de todas las organizaciones laicas dentro y fuera de Europa, del bien calculado enlace de nuestras fuerzas, con él que sin duda somos capaces de causar daño al enemigo, tuvo lugar también nuestro simposio internacional "La cena de le Ceneri", al que asistieron algunos de los hoy aquí presentes. Expresión del enlace de nuestras fuerzas, fue la resolución común contra el artículo 51, que especialmente en España, gracias a la labor de nuestros amigos de "Europa Laica", fue ampliamente divulgada en círculos laicos y, de este modo, encontró un nutrido apoyo.
Tampoco el así llamado "aviso de combate" (por lo menos así llamado en la prensa alemana) de Zapatero a la Iglesia debe permitir ninguna modificación en esta decidida lucha pues es sabido que a la Iglesia estas "reformillas" no le importan nada, siempre y cuando estén en vigor los concordatos correspondientes seguirá viviendo en abundancia de nuestros impuestos recaudados.
Al haber sido vuestros invitados en el congreso que el año pasado celebrasteis en Albacete, al, pocos días antes del juicio del Dr. Nittmann en Stuttgart, llegar a Berlín y Stuttgart de Albacete y Marsella por Fax, por E-Mail y por correo, centenas de firmas protesta y una resolución oficial del congreso de Marsella contra la recaudación forzosa a los ateístas desempleados, el Gobierno alemán se puso muy nervioso. Exactamente a la misma hora en la que – con policía armada en la sala de audiencia (!) para así intimidar al numeroso público asistente – la demanda del Dr. Nittmann fue denegada, proclamaba con prisas el Gobierno en Berlín la planeada supresión de la recaudación forzosa del impuesto eclesiástico a los desempleados no pertenecientes a la Iglesia. ¡La bien coordinada protesta internacional surte su efecto!
Pero: el Gobierno de Schröder no sólo se sirve de la confusión, sino de la dilación y retardo en el kafkanesca ping-pong de instancias de su Justicia. ¡Hasta ahora no hay una víctima afectada a la que le hayan sido devuelto un sólo céntimo del impuesto forzoso!
El hecho de que la demanda del Dr. Nittmann no fuera simplemente a parar a algún cajón por muchos años, como es el caso de muchas otras víctimas anteriores a él, se debe exclusivamente a la cuantiosa protesta pública. El Tribunal Contencioso-Administrativo se quitó de encima la demanda en abril de este año y ahora está en las manos del más supremo Tribunal alemán, el Tribunal Federal Constitucional de Karlsruhe, como recurso de amparo. ¡Para denegar un recurso de amparo ni siquiera es necesario objetar una razón!
Por tanto: ¡la protesta internacional es más necesaria que nunca! Os rogamos: ¡apoyadnos con listas de firmas de protesta y una resolución del congreso!
El Gobierno alemán quiere, sobre todo, evitar la devolución del dinero robado. Y basado en ello, alberga oscuros planes, peligrosos para toda Europa: dado que a la Iglesia se le escapan los miembros, dado que el número de miembros cada vez va disminuyendo más, el impuesto forzoso eclesiástico deberá ser extendido a todos los empleados que no pertenezcan a la Iglesia. Al igual que la ley ya vigente en España, todo empleado tendrá únicamente la opción de satisfacer el impuesto eclesiástico, que entonces portará algún nombre fingido, o bien, directamente a la Iglesia, o bien a una de sus camufladas organizaciones – de igual modo con nombres también ficticios como por ejemplo: "Bürgerstiftung" ("fundación civil"), etc. El caso es que nadie más pueda librarse del pago del impuesto eclesiástico. Este es el plan a largo plazo de la Iglesia y el modelo más peligroso para Europa: el modelo español. ¡Tenemos que evitar ésto!
Por eso exigimos: ¡Devolución del dinero robado en forma de impuesto forzoso eclesiástico a los ateístas desempleados en Alemania¡
Schröder, ¡saca tu dinero a los clerizontes y no a los desempleados! ¡Fuera con el Concordato de Hitler!
¡No al modelo español para Europa!
Queridos amigos, gracias por la atención prestada y nuestros mejores deseos de éxito en el congreso.