La congresista aseguró que buscan que aquellos centros de culto que ejercen actividades comerciales, también contribuyan como empresas
En las últimas semanas, el debate sobre la reforma tributaría ha alcanzado su punto más álgido. Entre los temas de mayor controversia en el congreso de la República, ha surgido la polémica respecto al cobro de impuestos a las iglesias, concepto que ha sido liderado en su mayoría por la representante Katherine Miranda, quien celebró la aprobación del artículo y aclaró cuál era el fin de este tributo.
Miranda salió al paso y destacó que el proyecto impulsado no estaba en contra de la religión, pues sostuvo que son muchas las que realizan obras comunitarias y están enfocadas en el bienestar del ciudadano, sino, su idea era cobrar a quienes convierten la fe en un negocio. “Nuestro impuesto no está en contra de la religión ni de las iglesias que de verdad hacen labor social”, explicó.
Según Miranda, el 20 % del impuesto a la renta que se cobrará, está enfocado en las actividades que no están sujetas de manera directa al culto, pues tienen un carácter más lucrativo. De igual forma, explicó en el país se crea más de una iglesia diaria, considerando que presuntamente es un “buen negocio”.
“Aquí estamos hablando del impuesto de renta del 20 %, para actividades que estén fuera del credo, del culto, de la educación y la beneficencia. De esas iglesias, de ese pequeño grupo de iglesias que se lucra de la fe, que se aprovecha de la fe. Actualmente más o menos se crea 1.5 Iglesias al día en nuestro país, el negocio es bastante lucrativo y lo digo porque al lado de la actividad de culto, de religión, de beneficencia, de educación, hay 110 actividades registradas”.
Conforme a lo expuesto por la representante, algunos de estos centros de culto han tomado partido en otro tipo de situaciones del ámbito comercial, pues hay un sector de estas que ejercen actividades económicas como empresa, hecho que las llevaría a contribuir como estás.
“Inmobiliarias, centros de convenciones, sellos discográficos, venta de ropa y sabe cuál es el problema, que no pagan impuestos frente a estas actividades económicas, que están fuera del rito y del culto, ese 1 % que se comporta como empresa, pues que pague como empresa”, explica Katherine Miranda.
Miranda lazó un dardo en contra de algunos pastores que han edificado sus iglesias, y al día de hoy poseen grandes riquezas en el país e incluso en el extranjero, pues han llegado a rentar sus centros de culto para otro tipo de actividades y reciben importantes sumas de dinero.
“Estamos tocando esas iglesias que sabemos que tienen mansiones en Miami, estamos tocando esas iglesias que alquilan sus centros de convenciones por valores 200 millones de pesos diarios y no pagan impuestos, frente a otros centros de convenciones que sí pagan impuestos”.
Por su parte, el excandidato presidencial John Milton Rodríguez envió un mensaje al congreso, pidiendo que se evalúen los conceptos, pues según él, se está cayendo en una inconstitucionalidad; asegurando que todo se hace con el fin de tener una base de sostenimiento para el mismo centro religioso.
“No se hacen con fines de lucro, se hacen con fines de sostener el objeto social de la entidad religiosa que pertenece a un régimen especial, donde no generan lucro, es para el beneficio de la comunidad, en la garantía del derecho constitucional, de la libertad religiosa y de culto”, puntualizó Rodríguez.