Con la Constitución de 1991, Colombia reconoció la libertad religiosa y de cultos como un derecho fundamental, dejando atrás la imposición legal de la fe católica y avanzando hacia una sociedad más plural e incluyente.
El 4 de julio se conmemora en Colombia el Día de la Libertad Religiosa y de Culto.
Hasta mediados del siglo XX, en Colombia solo se permitía profesar la fe católica, religión oficial del Estado. Incluso, llegó a ser conocido como “el país del Sagrado Corazón de Jesús”. Sin embargo, con la Constitución de 1991 se reconoció la libertad religiosa y de cultos como un derecho fundamental, abriendo paso a una sociedad más plural e incluyente.
En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Libertad Religiosa y de Cultos, este 4 de julio, el Gobierno nacional y los territorios ratificaron su compromiso con el respeto a la diversidad como base para una convivencia pacífica.
Desde el Ministerio del Interior, a través de un pronunciamiento oficial difundido en redes sociales, se reiteró que la libertad religiosa es un derecho fundamental, no negociable, que debe ser protegido y promovido por todas las instituciones del Estado.
Pronunciamiento de la Gobernación del Tolima
Por su parte, la Gobernación del Tolima, por medio de la Secretaría del Interior y su Dirección de Derechos Humanos, Justicia, Paz y Libertad Religiosa, destacó el papel que cumplen las expresiones de fe en el fortalecimiento del tejido social en territorios urbanos y rurales del departamento.
«La libertad religiosa no es un favor, es un derecho que fortalece nuestra democracia y permite la construcción de una sociedad más justa, solidaria y humana», expresó Lina Alejandra Sandoval Hernández, directora de Derechos Humanos del Tolima.
Para la Dirección de Derechos Humanos del Tolima, el respeto a la diversidad de credos ha sido aliado estratégico en acciones comunitarias que promueven la reconciliación, la prevención de violencias, la dignidad humana y el amor por la vida.




