El representante no oficial del Vaticano, Javier Herrera-Corona, envió un mensaje a las 50 misiones católicas de la ciudad antes de terminar su mandato de seis años: las libertades que habían disfrutado durante décadas ya han pasado, advirtiéndoles de que tienen que prepararse para la represión de China
“Se avecina un cambio y es mejor que estén preparados”, advirtió Herrera-Corona a los misioneros, según una de las personas, quien dijo a la agencia de prensa que estaba resumiendo el mensaje de monseñor: “Hong Kong no es la gran cabeza de playa católica que fue”
Herrera-Corona señaló que una integración más estrecha con China en los próximos años podría conducir a restricciones al estilo continental sobre los grupos religiosos
El pasado 30 de junio, el presidente chinoXi Jinping viajó a Hong Kong, en lo que era su primer viaje fuera de las fronteras de la China continental tras la pandemia de coronavirus, para conmemorar el 25 aniversario del regreso de la excolonia británica a la soberanía china y acudir a la toma de posesión del nuevo jefe del Ejecutivo autónomo, y lo hizo en un momento en el que los habitantes de la isla ven cómo cada día las libertades consagradas en el protocolo de traspaso están siendo continuamente socavadas por Pekín, en un indisimulado estrangulamiento de su autonomía.
Esa es la misma percepción que tenía el hasta hace poco el representante no oficial del Vaticano, Javier Herrera-Corona, quien envió un mensaje a las 50 misiones católicas de la ciudad antes de terminar su cargo de seis años en marzo pasado: las libertades que habían disfrutado durante décadas ya han pasado, advirtiéndoles que tiene que prepararse para la represión de China.
Un futuro más difícil
En cuatro reuniones celebradas durante varios meses, a partir de octubre del año pasado, el prelado mexicano de 54 años les dijo a los misioneros católicos en Hong Kong que se prepararan para un futuro más difícil a medida que China refuerce su control sobre la ciudad y les instó a proteger su propiedad, archivos y fondos de las misiones, según fuentes que recoge en un amplio informe la agencia Reuters.
“Se avecina un cambio y es mejor que estén preparados”, advirtió Herrera-Corona a los misioneros, según una de las personas, quien dijo a la agencia de prensa que estaba resumiendo el mensaje de monseñor: “Hong Kong no es la gran cabeza de playa católica que fue”, señaló.
Restricciones como en China
Herrera-Corona advirtió que una integración más estrecha con China en los próximos años podría conducir a restricciones al estilo continental sobre los grupos religiosos. En el continente, los católicos se han dividido durante mucho tiempo entre una Iglesia clandestina leal al Vaticano y una Iglesia oficial respaldada por el Estado. En este sentido, el papa Francisco acaba de señalar, también en una entrevista con Reuters, que “el acuerdo con China es bueno y espero que se pueda renovar en octubre”.
El prelado mexicano -quien fue ascendido a arzobispo después de dejar Hong Kong para asumir un nuevo cargo en la República del Congo y Gabón y que no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico por Reuters- les habría dicho a las misiones que estén preparadas para posibles restricciones en programas de larga estancia, como misioneros extranjeros que sirven como párrocos en iglesias locales.
Orientaciones del Vaticano
A menudo financiadas y dirigidas desde otros países, las sociedades misioneras de Hong Kong cooperan estrechamente con la iglesia católica local y reciben orientación del Vaticano. Se concentran en actividades como el alivio de la pobreza y la educación. Algunos también mantienen vínculos estrechos con los católicos en el continente, donde la actividad religiosa está controlada y el trabajo de las misiones extranjeras permanece estrictamente limitado por la regulación, lo que refleja la firme resistencia del gobierno a la interferencia externa en los asuntos chinos.
El Vaticano no tiene representación oficial en China después de que se cortaron las relaciones diplomáticas en 1951 más allá de la presencia de dos enviados no oficiales en Hong Kong. El reemplazo de Herrera-Corona como jefe de esa misión no oficial llegará el próximo mes.