Carta abierta al Alcalde de Punta Arenas don Claudio Radonich Jiménez
¿Una profesora de Historia está siendo investigada por hacer “proselitismo político” en un liceo de su comuna?
¿Está siendo investigada por declarar en plena clase que “Ojalá aquí no haya nadie de derecha”, toda vez que “si son derecha son súper malos, porque para ser de derecha primero hay que ser ricos”?
¿Por señalar o denunciar que “Aquí en Chile estamos llenos de ignorantes que se dicen de derecha y son pobres”?
¿Por lanzar afirmaciones tan “insoportablemente proselitistas” como que “Por conciencia, aquí nadie debería ser de derecha” (…) pues “Al declararse de derecha estás defendiendo los intereses de quienes nos explotan”?
¿Investigan en su administración municipal a esta profesora (y se la sobreexpone ante el país como culpable) por declarar en el aula que “Una persona de izquierda está propensa al cambio, que le gusta renovarse, que es un progresista social” (…) porque “siempre busca el mejoramiento de la sociedad, como por ejemplo la igualdad de condiciones, de género e igualdad económica”?
Antes de que me responda, y antes de que sus sabios consejeros decreten que hay que colgar en la Plaza Pública de Punta Arenas a esta profesora, y concediendo que la maestra fue demasiada explícita en las aseveraciones que lanzó en ese liceo de su comuna, le pregunto:
¿Y quién investiga los casos innúmeros de generaciones enteras de niñas, niños y adolescentes chilenos que han sido sometidos por décadas, unidireccionalmente y sin contrapesos, a modelos pedagógicos autoritarios y adultocéntricos que, con tal de controlar a estos alumnos en las aulas, han reproducido y reproducen en la escuela ese modelo de autoritarismo típico que imperó en los tiempos de Pinochet?
¿O usted cree que es casual o meramente anecdótico el hecho de que un estudio realizado el año pasado se indique que más del 57 % del alumnado de 8º básico se inclina por un régimen autoritario en vez de una democracia? Fuente: https://www.biobiochile.cl/…
¿Por qué no se viralizan las verdaderas apologías que predican hace años algunos profes (que, por cierto, son los menos; pero los hay) cuando “enseñan” (en cualquier escuela o liceo de Chile) sobre esa supuesta “cero delincuencia” que se dio durante el ´´gobierno´´ del aquí citado Pinochet?
¿O cuando otros o estos mismos pocos profes (ya de manera soterrada, ya de manera descarada) hacen una auténtica apología del nazismo en las aulas… “rescatando” las “virtudes”, “lo bueno”, “las ideas geniales” que ocasionaron y que “explican” (o sea que justifican) el Holocausto” contra los judíos (me consta como profesor que esto se hizo, se hace y se enseña hace años en las aulas)?
¿Por qué nadie graba con su celular a ese profe cuyas lecciones, cual ecolalia del relato dominante del presente histórico -relato de posverdad que han instalado hoy los sectores dominantes más reaccionarios y conservadores de Chile, sectores propietarios de los medios y del pensamiento único oficial y que, naturalmente, hacen anclaje en opiniones de algunos profes y en las aulas (profes y aulas que no están en Marte)-, reproducen a diario en las salas de clases de Chile a nivel de calco de fotocopia, por ejemplo, la ideología del negacionismo que hace rato le hace creer a muchos que las atrocidades cometidas por la Dictadura Militar en Chile no son más que falsedades o distorsiones fabricadas por la izquierda nacional e internacional en nombre de unos DDHH que, según la derecha chilena, y que la profe de Historia citada aquí como investigada desenmascara, no serían más que una versión falseada de la historia o incluso una “mera propaganda proselitista”?
¿Quién graba y viraliza a esos pocos, pero incidentes profes que hoy, en pleno Siglo XXI, incluso con muecas de asco mal disimuladas, enseñan sobre “la ideología de género” en las aulas de este país?
¿O a esos, también pocos pero influyentes profesores, que adhieren 100 % (aunque lo disimulen) a la xenofobia nacionalista chilensis (tic nervioso nacional) y, por tanto, al desprecio al migrante, invocando la “amenaza” del extranjer@ al trabajo de los chilenos, citando inclusive las recientes declaraciones de nuestro flamante Ministro de Economía, señor Larraín, en relación a las causas que explicarían, según éste, los magros logros económicos en los indicadores del desempleo que se dan en este tiempo bajo la administración de Piñera?: Fuente: El Desconcierto
Antes de que usted y su equipo resuelvan dejar caer la guillotina sobre el cuello de esta profesora de Historia acusada de proselitismo político en un Liceo de Punta Arenas, le planteo otras preguntas, tan respetuosas como las que le he formulado más arriba:
¿Está usted al tanto de que no solo en Punta Arenas sino que en todo Chile esa “enseñanza” racista de que el herman@ mapuche es “violentista”, “borracho” y “flojo por naturaleza” persiste hasta hoy, “enseñanza” que fue aprendida en el hogar pero fue reforzada “académicamente” durante décadas en las escuelas de Chile?
O, para planteárselo desde un plano distinto, pero precisamente a propósito del proselitismo en la escuela, proselitismo del que acusan a la maestra de Historia de Punta Arenas, ¿qué le parece a usted, señor Alcalde Claudio Radonich, que en el proceso de escolarización, desde Arica a Punta Arenas, o, como a usted le guste, desde Punta Arenas a Arica, hace casi cien años en un Estado que se declara “laico” desde 1925, como Chile, se dé el esquizofrénico hecho histórico y cultural de que, en las clases de Religión (asignatura que hoy es un brazo ideológico “invisible” del obispado cómplice de encubrimientos de abusos sexuales de la curia, asignatura que pesa más que Historia, Artes y Educación Física para la administración de su gobierno), ciert@s profes de esta “asignatura” (generalmente rehenes y guardianes inocentes de la ideología de algún obispo o cura de parroquia) estén día a día lavando cerebros no para emancipar de sus ataduras mentales (de sus fanatismos e inflexibilidad mental) a las y los niños de este país sino que les estén indoctrinando en las salas de clases para perpetuar en su formas de pensar, sentir, relacionarse, la visión atrincherada de una confesión de fe excluyente, estigmatizadora del Otro/otra, visión que cada iglesia impulsa a través de sus catequistas y predicadores de aula, ¡perdón!… quise decir docentes de Religión de aula en un estado “laico”?
¿Con qué derecho se somete a cientos de miles de niños y niñas de este país a semejantes formas impunes de proselitismo en un Estado laico?
¿Y quién denuncia, quién graba, quién viraliza en Chile estas formas indecentes y flagrantes de proselitismo político-ideológico sistemático que se da en las aulas de todo el territorio nacional, señor Radonich?
Si esto no es proselitismo (y del más grosero, desvergonzado y cínico pues se sirve incluso de la institucionalidad laica del Estado y de todas las escuelas públicas del territorio de Chile, hecho que saca del fisco y de todas y todos los chilenos millones de pesos de sus bolsillos año tras año), señor alcalde. ¿qué cresta es para usted y para su sector político?
¿Y van a crucificar a esta profesora de Historia por haber arrojado un pensamiento pedagógico incómodo puntual a unos alumnos de un Liceo de Punta Arenas mediante una intervención pedagógica provocativa (formas de provocaciones pedagógicas a las que recurren a diario cientos de docentes en este país para hacer reaccionar, reflexionar, razonar, pensar, debatir, soltar el celular por un rato, a ene cantidad de jóvenes de nuestro país), alumnos que son víctimas, minuto tras minuto, día tras día, de un bombardeo totalitario de formas de proselitismo ideológico rabioso que opera las 24 horas desde la industria de la indiferencia y el entretenimiento de los mass-media, del mundo del espectáculo, del modelo de persona y sociedad neoliberal que nos rige, modelo que se traduce como pensamiento único, señor Alcalde?
Para concluir, permítame contarle, señor Radonich, que el propio Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2017, maestro Abraham Magendzo, experto en Currículum, en Transversalidad y en Educación para los DDHH, por lo demás, interpela hace décadas al mundo y la cultura de la escuela, partiendo por el mundo adulto, sobre la urgencia de entender que en las aulas los profesores no pueden ser éticamente neutros a la hora de educar para el Nunca Más, la Memoria y los DDHH y que, para educar en la diversidad y los DDHH no calza que se eduque únicamente para la pura adaptabilidad funcional del alumno a un pensamiento único y a “lo que hay” (o es que para quienes acusan a la profe aquí citada, ¿Chile es un mundo perfecto?).
La Pedagogía de la Memoria y los DDH supone la inclusión de la diversidad, estimado Alcalde, incluyendo el disenso, las otras voces, las otras opiniones en las aulas, dice este gran maestro, y agrega que “la diversidad presupone cuestionar el conformismo, las asimetrías sociales, y también las injusticias”[1].
¿Qué hizo en ese Liceo de Punta Arenas esa profesora de Historia acusada de proselitismo político?
Simple y llanamente, creo, provocar reacciones y debates en sus estudiantes (provocaciones lógicas, éticas, no susceptibles de imputaciones tales como esas que sí se le pueden formular a proselitismos filonazis, pinochetistas, negacionistas, misóginos, machistas, xenófobos, racistas, en definitiva, deshumanizantes).
Esta maestra, estoy cierto, no ha hecho más que trabajar sus clases y planificarlas “desde una perspectiva problematizadora[2] en derechos humanos”[3]; lo cual implica “lanzar provocaciones”, provocaciones que, por cierto, serán resistidas a ultranza por quienes hayan sido indoctrinados en la verdad “ÚNICA” desde sus hogares, desde religiones fanáticas, desde trincheras ideológicas cerradas, tales como las que adhieren a “seguridades” o ideas filonazis, pinochetistas, racistas, negacionistas, misóginas, machistas, xenófobas, racistas, etc., taras socioéticas que sobreabundan en Chile, partiendo por lo que algunos papis les meten en la cabeza, lamentablemente, a no pocos niños y adolescentes en sus procesos de desarrollo y socialización desde su cuna.
En último término, creo que es insensato congelar la imagen de esta profesora, señor Alcalde, profesora que solo sería posible de ser analizada y/o evaluada en su acción docente de aula solo si se la estudia desde una mirada de proceso.
Estoy seguro que esta profesora, en muchísimas otras ocasiones, ha enseñado sobre la tarea “civilizatoria” de los pueblos originarios a manos tanto del cristianismo como del Estado chileno, … y sobre el “admirable” modelo portaliano de gobierno, … y sobre la estabilidad institucional y económica que disfruta Chile gracias al protagonismo y al poder de la oligarquía y el militarismo chilenos que usted, en su derecho, defiende señor Alcalde, sin importar a su sector los costos que esa estabilidad económica ha traído tras de sí en materia de vulneración de los DDHH (incluyendo el “¿Dónde están?” y las AFP), lecciones que, de seguro, hicieron anclaje emocional, político e intelectual tempranamente en usted desde que era niño y adolescente en los colegios en que fue educado.
Para cerrar, comparto con usted algunos de los principios de la Pedagogía Socio-Crítica, la que informa e inspira a miles de docentes a lo largo y ancho de nuestro país en su acción de aula… Quizás esta profe de Historia está en sintonía ética con este modelo pedagógico, lo cual no implica que yo justifique la intervención puntual por la cual es grabada y acusada, intervención puntual que reclama, por cierto, ser mirada como un texto dentro de un contexto, como una islita inserta en un archipiélago:
“Toda acción pedagógica de aula es una propuesta política”.
“Todo currículum baja al aula como un constructo teórico y práctico que porta intereses político-ideológicos epocales diversos y muchas veces contradictorios, aunque, dependiendo del contexto socio-histórico, se impondrá, siempre, ese currículum oficial que es funcional a la cultura política hegemónica dominante”
“Toda acción pedagógica transmite y reproduce, quiéralo o no, la cultura hegemónica dominante”.
“Toda acción pedagógica de aula es una acción política-ideológica que va a contribuir a reproducir las desigualdades de la sociedad o, por el contrario, va a ayudar a construir identidades críticas capaces de iniciar procesos de transformación”.
“Toda práctica pedagógica es portadora explícita e implícita de sexismos lingüísticos”.
“No puede haber una teoría ni una práctica pedagógica, que implica fines y medios de la acción educativa, que esté exenta de un concepto ético y político de persona, de sociedad y de mundo” (Paulo Freire).
Con respetuosos saludos,
Noé Bastías. Profe de filosofía
[1] Magendzo, A., Alteridad y diversidad: componentes fundamentales de la educación en derechos humanos. Fuente: Google
[2] Freire, Paulo, La concepción bancaria y la concepción problematizadora de la Educación, Ensayos escogidos Sobre la acción cultural, 2001.
[3] Magendzo K., Abraham; Donoso F., P.; Valué C., F.; Dueñas S., C.; Kaluf A., C.; Soto L., S., EDUCAR EN Y PARA LOS DERECHOS HUMANOS: UNA TAREA PARA LOS PROFESORES DE HOY, República de Chile – Ministerio de Educación, Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, ediciones CPEIP, 1992.p. 74.