El 4 de diciembre se inauguró el flamante “Centro del Arzobispado” de Granada, el “Studium Granatense et Sacromontanum”. Más de quince millones de euros conseguidos gracias a que el Banco Popular entiende el buen negocio que es la Escuela de Magisterio La Inmaculada –con sede en aquel edificio–, un centro de adoctrinamiento católico próspero a base de cobrar bien a los alumnos y pagar y despedir mal a los profesores. Y a lo bien que medra la Iglesia propietaria a costa del dinero público. Para ellos, lo que cantaba Supertramp: Crisis, what crisis?
Participaron en la inauguración miembros del Ayuntamiento de Granada, refrendando su última y en este caso mísera prebenda concedida a la Iglesia –permitir la ocupación por el Centro de un vial público, con el consiguiente perjuicio de los vecinos: ruidos, imposible acceso–, y la vicerrectora de Política Científica e Investigación, dejando claro el servilismo de la UGR ante el arzobispo, que aquí se manifiesta con el estupefaciente estatus de la Escuela de Magisterio La Inmaculada como centro adscrito a la UGR, y con que la UGR deje este centro a que venga Dios y lo supervise y controle, porque lo que es ella…
Me quedo con la protesta frente al Centro arzobispal que hicieron Granada Laica, UNI Laica, NOS (¡¿será que hay homofobia en un Centro de la Iglesia?!), y vecinos afectados.
Juan Antonio Aguilera. Granada Laica y UNI Laica.
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