Durante la jornada «Avanzando hacia un Estado laico» organizada por IU en el Congreso, el coordinador federal se compromete a «derogar los acuerdos con la Santa Sede» y a trabajar por el «pleno respeto» a todas las religiones.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha denunciado el “inmenso trato de favor” para la Iglesia católica que existe en nuestro país y que tiene su ejemplo, entre otros muchos casos, en la existencia de la ‘casilla’ para la realización de aportaciones a la Iglesia por parte de los contribuyentes a través de la declaración del IRPF.
“Mientras todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos que abonar ese impuesto todos los años religiosamente, los edificios pertenecientes a la Iglesia no pagan un solo céntimo”
Lara ha hecho un análisis de la situación actual de esta cuestión durante la inauguración y la rueda de prensa incluida en la jornada organizada por el Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA, junto con la asociación Europa Laica, bajo el título ‘Avanzando hacia un Estado laico’, que se celebra a lo largo de hoy en dependencias del Congreso de los Diputados.
El máximo responsable de IU, que ha estimado en 247 millones de euros los ingresos obtenidos por la Iglesia sólo por este concepto en la última declaración del IRPF de 2012, criticó el “agravio” que supone este hecho para el resto de organizaciones sindicales, sociales o políticas que “han sufrido recortes en la subvenciones del Estado” mientras que a la Iglesia católica “no se le ha recortado ni un euro”.
El presidente portavoz del IU, ICV-EUiA, CHA también se ha referido a las ‘inmatriculaciones’ eclesiásticas, un asunto en el que la jerarquía de Iglesia católica “se ha desbocado” al matricular bienes de distinta procedencia, en muchos casos de propiedad municipal, todo ello gracias al “trato de favor” que mantiene y al “estatus de funcionario público” que sus representantes ostentan a estos efectos.
Cayo Lara denunció lo que calificó como “privilegios fiscales”, en referencia a las exenciones tributarias, especialmente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). “Mientras todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos que abonar ese impuesto todos los años religiosamente, los edificios pertenecientes a la Iglesia no pagan un solo céntimo”, dijo.
Recordó que todo estos “privilegios” responden a los diferentes acuerdos alcanzados con la Santa Sede. Lara se ha comprometido a cambiar esta realidad, en caso de alcanzar una mayoría parlamentaria suficiente para hacerlo, y a impulsar una “verdadera ley de libertad de conciencia” con la que “todo el mundo pueda sentirse cómodo” y que subraye la “independencia que debe tener el Estado de cualquier confesión religiosa”.
Lara afirmó que IU aspira a “seguir avanzando en el pensamiento laico” en nuestro país, con el “pleno respeto” a todas las religiones y creencias, pero “sin ningún privilegio” para ninguna de ellas
El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, que ha acompañado a Cayo Lara en la rueda de prensa después de intervenir también en la jornada, ha destacado que el objetivo de este encuentro es “reflexionar sobre cuál es la situación actual de la laicidad en elEstado” y desvelar los “privilegios” de la Iglesia católica y otras confesiones.
Delgado consideró de “gran importancia” el hecho de tratar este tema en el Congreso de los Diputados y mostró la importancia que supone que otros grupos parlamentarios hayan aceptado la invitación a participar y que puedan “ofrecer sus puntos de vista” y “sus soluciones” para el futuro.
Denunció la “política de dejadez” de los diferentes gobiernos en España, lo que ha permitido el mantenimiento de los acuerdos con la Santa Sede que “chocan frontalmente con algunos principios constitucionales”.
El presidente de Europa Laica ha aludido a la Ley de Libertad Religiosa que, según ha apuntado, “no se ajusta al carácter aconfesional del Estado”. Señaló también que existe “toda una serie de leyes” que no han hecho más que “aumentar los privilegios de una determinada confesión. Tiene que haber una separación real entre el Estado y todas las confesiones” para que ninguna entidad “sea o no religiosa tenga ningún tipo de privilegio”.
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