Los municipios tendrán que reservar suelo destinado a usos religiosos
E l Parlament aprobó ayer por amplia mayoría la ley de centros de culto ideada para poner fin a «la disparidad de criterios con los que actúan los municipios» a la hora de autorizar la apertura de los centros de reunión con fines religiosos. La norma, pionera en España, tendrá que dotarse ahora de un reglamento que la desarrolle en el plazo máximo de un año. Y aunque afecta a todas las confesiones, ha sido especialmente ideada para regular la apertura de mezquitas, cuya instalación ha venido siendo motivo de conflicto en los últimos años en diferentes ciudades catalanas.
En Badalona, Lleida y Torroella de Montgrí se han evidenciado en el último año y medio los inconvenientes derivados de la falta de una regulación sobre este tipo de locales, un vacío que ha llevado a los musulmanes a realizar sus rezos en la calle, provocando a menudo las protestas del vecindario.
La ley, apoyada por todas las formaciones políticas presentes en el Parlament con la excepción del PP, persigue, además, que los establecimientos dedicados al culto puedan reunir las condiciones de seguridad e higiene indispensables, unos requisitos que, en el caso de los oratorios islámicos, es frecuente que no se cumplan. Los locales ya existentes dispondrán de un plazo de cinco años para acomodarse a la nueva normativa.
AYUNTAMIENTOS // A partir de ahora, los ayuntamientos tendrán que prever en su planeamiento urbanístico la reserva de suelo para usos de carácter religioso y la apertura de un local requerirá disponer de licencia municipal. Las necesidades y disponibilidades de suelo de cada población marcarán el ritmo de creación de centros de culto en los distintos municipios. Los ayuntamientos podrán cerrar los establecimientos que no cumplan con la ley y el reglamento velará para que los vecinos de este tipo de instalaciones no sufran molestias.
TRATO IGUALITARIO // La normativa garantiza igualmente que las diferentes confesiones reciban un trato igualitario cuando se cedan espacios o la vía pública para la celebración de actos religiosos. Los representantes de las confesiones religiosas presentes en Catalunya han prestado su apoyo al redactado.