La directora de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña, Montserrat Coll, puso hoy de manifiesto la "voluntad" del Govern de causar las "mínimas molestias" posibles a los templos ya existentes con la nueva Ley de Centros de Culto, aprobada hoy por el Parlament con los votos de los tres socios del Govern y CiU, para garantizar el derecho de libertad religiosa y estipular un mínimo de condiciones de los centros.
En declaraciones a Europa Press, Coll se mostró muy contenta por la aprobación de la nueva norma, y destacó que en un año la ley deberá contar con el reglamento que detallará las condiciones mínimas de higiene y seguridad que deberán tener los templos y que, "en ningún caso, serán más exigentes que para los centros de concurrencia pública".
Sobre la posibilidad de que condiciones restrictivas de la regulación hagan peligrar templos de comunidades pequeñas y en condiciones precarias, Coll aseguró que "siempre se buscará una solución", como por ejemplo limitar el aforo.
No obstante, señaló que todavía es prematuro abrir este debate porque queda por redactar el reglamento que seguirá un proceso de consulta como la ley, pero que será aprobado por el Consell Executiu del Govern.
MUCHO TRABAJO Y DIÁLOGO
Coll remarcó que "se ha trabajado y dialogado mucho" para tirar esta ley adelante y ello cumple los objetivos del Govern de "ayudar a la existencia del derecho de libertad religiosa".
Respecto a los términos de laicismo y laicidad, confirmó que el primero ha sido suprimido del preámbulo de la ley, mientras que el de laicidad se ha mantenido pero con una "aclaración" que define el concepto.
La ley deja claro que se ha hecho desde la "laicidad", pero detalla qué es lo que esto significa añadiendo: "Desde el respeto a todas las opciones religiosas y de pensamiento y sus valores, como principio integrador y marco común de convivencia", apuntilló.