Las escuelas deben ser tolerantes en el vestir y con los símbolos identitarios o religiosos. Pero algunos símbolos, como el velo integral, son perjudiciales y podrían ser objeto de prohibición. Eso es lo que dice la Guía para la gestión de la diversidad religiosa en los centros educativos, que ha editado la Generalitat de Cataluña. El informe lo presentó ayer su vicepresidente, Josep Lluis Carod.
La guía considera que prendas como el niqab (cubre hasta la rodilla y solo deja libres los ojos) y el burka (oculta todo el cuerpo y tiene una rejilla en los ojos) perjudican a los niños y adolescentes porque dificultan ver la cabeza, los brazos y las manos de quien los lleva e impiden ver el rostro. Pueden, además, afectar a la dignidad de las personas que los llevan, dice la Generalitat. En cambio, hay vestimentas que no perjudican, como la shayla (pañuelo largo que cubre el cabello y las orejas) o el hiyab (velo que deja libre la cara).
