El dirigente de ERC se une a los aspirantes que visitan el monasterio
Esquerra había criticado en los últimos días la querencia de los candidatos de CiU, PSC y PP por reunirse con distintos líderes de la Iglesia catalana, pero eso se terminó. Josep Lluís Carod-Rovira se reunió ayer con el abad de Montserrat, Josep Maria Solé, y anteayer con el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol.
Durante su encuentro con el abad de Montserrat, el candidato republicano valoró positivamente la religión como factor de cohesión social entre los pueblos y elogió el compromiso del monasterio con "la cultura y el pueblo" catalán.
El dirigente de ERC escuchó el miércoles del arzobispo de Tarragona la preocupación de la Iglesia por los "principios fundamentales, como la tutela del derecho a la vida y el reconocimiento, promoción y protección de la familia fundamentada en el matrimonio entre un hombre y una mujer". Pero ayer Carod quiso dejar clara su apuesta por la laicidad. "La ley civil –dijo– debe prevalecer y ser acatada por toda la ciudadanía, para que ninguna confesión religiosa pueda tener la tentación de invadir este espacio".
El abad de Montserrat repetirá hoy cita con un líder político. El candidato de CiU, Artur Mas, se reunirá con él tras escuchar la Salve cantada por la Escolanía y almorzar en silencio con toda la comunidad benedictina.
UNA CONSTANTE
Las entrevistas entre dirigentes políticos y religiosos han sido una constante durante toda la precampaña. El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, recibió el 5 de octubre al líder de la federación nacionalista.
Un día después, hizo lo mismo con el presidenciable socialista, José Montilla, quien, tras dejar el Ministerio de Industria, el pasado 22 de septiembre, visitó al abad de Montserrat y antes, en julio, nada más ser designado candidato por su partido, se entrevistó con el de Poblet, Josep Alegre. El cabeza de lista del PPC, Josep Piqué, se citó con el arzobispo Sistach el 2 de octubre.
Ahora se ha sumado Carod a la lista y solo queda Iniciativa per Catalunya como única fuerza en contra de este tipo de peregrinajes. Su vicepresidente, Jordi Guillot, criticó el pasado sábado la "intromisión" de la Iglesia en la pugna política.
COMENTARIO DE ROSANGEL
Una de cal y otra de arena
Como se puede ser tan incongruente, mentar la religión como factor de cohesión entre los pueblos, cuando lo único que ha hecho la religión ha sido justo exactamente lo contrario: factor de desmembramiento entre los individuos y las sociedades. La historia nos dice que jamás nos trajo nada bueno, todo lo opuesto: odios, sin razones, ansias de poder y guerras. Eso Carod lo debe de saber bien. Por eso extraña esa costumbre de los políticos de dorar la píldora cuando abordan temas confesionales-religiosos. Siguen teniendo miedo a no alcanzar el "reino de los cielos" y eso que el nibelungo ha dicho que ya no existe infierno, purgatorio, cielo, ni limbo ni leches, imaginemos si el teutón con su infalibilidad hubiera dicho que sí existen….