Óscar, enfermo de cáncer y ateo, vio violada su libertad religiosa cuando desde el Hospital Marqués de Valdecilla le enviaron a un centro religioso para recibir los cuidados paliativos. Ahora, su hijo reclama “unos servicios públicos que garanticen la aconfesionalidad del Estado” después de haber visto cómo su padre terminó en un hospital privado, Santa Clotilde, donde encontraron “directores espirituales, crucifijos encima de las camas o enfermeras-monjas que se iban a misa y dejaban de atender a sus pacientes”.
Óscar fue trasladado allí como resultado del concierto que Valdecilla tiene con el citado hospital religioso, por el que se reservaban, además de otros servicios, 30 camas para pacientes de cuidados paliativos procedentes de la sanidad pública.
El diputado y nuevo portavoz del grupo parlamentario de Podemos en el Parlamento de Cantabria, Alberto Bolado, anuncia el registro de una iniciativa para que se aborde este tema. A su parecer, es “inaceptable” que las personas no puedan tener derecho a recibir cuidados paliativos y a morir de una manera digna a través de un servicio público de calidad y, además, laico.
Aunque aún no precisa la línea que su formación va a defender, Bolado señala que “vamos a pedir al Gobierno de Cantabria que garantice el derecho a recibir cuidados paliativos en un servicio público de calidad adecuada, laico y avanzando hacia lo que, para nosotros, es el futuro: la supresión de los conciertos”.
Por su parte, Israel Ruiz Salmón, candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, defiende que “servicios tan básicos como la educación o la sanidad deberían prestarse de forma directa desde el Gobierno”. “Aunque no es nuestro modelo, si se hace una concesión se ha de garantizar una atención con las máximas garantías”, señala, y apunta que “se debe atender de forma material, pero también respetando la dignidad de las personas y sus creencias, las tengan o no”.
En este aspecto, Ruiz Salmón añade que “todo espacio público debería ser laico” y que, desde IU, se estudiará este aspecto para comprobar si casos como el de Óscar, que “murió en un entorno donde su ateísmo no se respetó”, ocurren con frecuencia.
La respuesta de Santa Clotilde
Por su parte, el centro hospitalario ha emitido un comunicado en su web en el que defiende “el respeto hacia cualquier creencia o carencia de ella” como uno de sus principios fundamentales.
“En ningún caso se obliga a los pacientes a aceptar símbolos religiosos en sus espacios privados, y estos se eliminarán en caso de que exista petición del paciente o familiar”, han indicado.
Por último, han declarado a lo largo de este mismo texto que “la atención espiritual es una necesidad reconocida por la medicina paliativa”, por lo que en el centro cuentan con “un profesional especializado que está al servicio de los pacientes sin imposición alguna”.