Una respuesta nada despreciable en una ciudad donde se entrega el "Bastón de Mando" a la imagen de una virgen varios días al año, y donde la iglesia cuenta con el caldo de cultivo de una población tradicionalmente poco predispuesta a las innovaciones.
Mucha gente miraba tímidamente, desde lejos algunos y, hasta hubo quien necesito pasar una segunda vez para pararse. Lo cierto es que los amigos, cómplices de las mismas ideas, firmaron gustosamente, pero la mayor sorpresa fue la de los que atravesaban la avenida determinados y se acercaban al lugar sólo para apoyarnos y prestarnos su firma.
Algo ha cambiado en el ambiente y ya no queda más remedio que organizar dentro de un par de meses una jornadas sobre el laicismo, que respondiendo a la demanda, pordrían ser en la Universidad de Extremadura.
Como dice nuestro lema: Por el laicismo ni un paso atrás.