Los evangélicos son el electorado más fiel de Jair Bolsonaro. Fueron clave en la victoria del presidente en 2018 y todo indica que serán su mayor apoyo este domingo 30 de octubre en la segunda vuelta. Lula da Silva ha realizado guiños para seducir a este heterogéneo sector, pero las fake news y el vínculo que mantienen con el mandatario actual, entre otros elementos, le han impedido influir en casi el 70% de cristianos evangélicos que según las encuestas se inclinarán por el presidente ultraderechista en esta contienda electoral.
Juliano Spyer es antropólogo, presidente del Observatorio Evangélico y escribió el libro Pueblo de Dios: Quiénes son los evangélicos y por qué son importantes (Editorial Geração), donde narra cómo este culto representaba en la década de los setenta a un 5% de la población y hoy agrupa a uno de cada tres brasileños adultos (unos 60 millones de personas). En esta entrevista para CTXT, el especialista cuenta por qué los evangélicos apoyan fuertemente a Bolsonaro y la dificultad de Lula para llegar a este sector, que actualmente domina los principales medios de comunicación y tiene un gran poder político.
En la primera vuelta se estimaba, según las encuestas, que Bolsonaro había perdido parte del electorado evangélico, pero esto finalmente no sucedió. ¿Por qué considera que el presidente logró mantener ese apoyo de manera tan contundente?
Bolsonaro tiene una relación de proximidad con muchos grupos religiosos, especialmente con los pentecostales y neopentecostales, los más numerosos
Bolsonaro fue en mi percepción un político que observó, por primera vez, de una manera muy inteligente la tendencia de crecimiento de la población evangélica en Brasil. No sé si lo hizo conscientemente, o si le llevó la vida ahí, pero estamos hablando de más del 32% de la población de Brasil. Hasta entonces, los evangélicos tenían una posición secundaria en la discusión política. Contaban con muchos diputados y senadores, pero no eran un grupo particularmente bienvenido.
El presidente visita con frecuencia las iglesias evangélicas, por lo menos una vez a la semana entra y participa. Además, está casado con Michelle Bolsonaro, un símbolo inmensamente importante de esta iglesia, y habla del cristianismo evangélico públicamente. Antes de Bolsonaro se les trataba como a un grupo aparte. Ahora, sienten orgullo de ser evangélicos; les dio una visibilidad positiva.
Bolsonaro también ha contado en su Gobierno con líderes evangélicos y católicos. Lo que hace el presidente es desarrollar una relación de mucha proximidad con estos grupos, especialmente con los pentecostales y neopentecostales, que son los más numerosos, y tienen confesiones distintas a la baptista o la presbiteriana, y también con muchas iglesias privadas, algunas tan importantes como la Iglesia Universal, propiedad de Edir Macedo, con quien Bolsonaro tiene contacto directo.
¿Qué poder o qué influencia ejercen las iglesias evangélicas sobre sus fieles?
Creo que tal vez nos cuesta ver el tamaño de la infraestructura que brota de los evangélicos. Trabajé en 2010 en la candidatura de Marina Silva, y fui por todo el país en su campaña. Nunca había entrado en una cancha de fútbol con miles y miles de personas en un culto, era inmenso. En cada barrio de Sao Paulo, en un diámetro de dos kilómetros, hay dos o tres iglesias evangélicas; donde hice mi estudio de campo, cerca de Salvador de Bahía, en la misma distancia hay más de 80 iglesias evangélicas, una católica y nueve de candomblé.
¿Qué medios de comunicación controlan?
El ejemplo principal es el de la Iglesia Universal, que compró la segunda cadena más grande de televisión de Brasil, que es Récord, la mayor después de Globo. El periódico más leído de Brasil es Folha Universal. Hay modas, hay música también. Por ejemplo, la música góspel es el segundo género más escuchado en Brasil.
Los que ganan entre dos y cinco salarios mínimos son muy favorables a Bolsonaro; aun siendo pobres se identifican o abrazaron la idea de que les representa
Los más pobres de Brasil votan por Lula. ¿Qué pasa con este sector evangélico? ¿Cómo se explica el apoyo a Bolsonaro?
Sí, votan por Lula, pero no ocurre lo mismo con los evangélicos más pobres, es lo que se ve en las encuestas. Entre los evangélicos que ganan hasta dos salarios mínimos, el voto estuvo más parejo entre los dos candidatos. Los que ganan entre dos y cinco salarios mínimos son muy favorables a Bolsonaro; aun siendo pobres se identifican o abrazaron la idea de que les representa el presidente.
El peor problema en relación a los evangélicos es hablarles como si fueran uno. Como venimos del catolicismo tendemos a imaginarlos como un pariente del catolicismo, pero es lo opuesto de muchas maneras. El catolicismo es una Iglesia que tiene una organización jerárquica, el protestantismo es por naturaleza algo híbrido y cambiante, distinto. La idea original es que si no te gusta lo que hay, creas la Iglesia que quieres.
Además, los pentecostales son muy distintos de las iglesias católicas tradicionales, de clase media con estudios universitarios. Los pentecostales tienen pobres, trabajadores, con escolaridad baja. Hay iglesias grandes como la Universal y hay otras muy pequeñas, que son la mayoría, y además desconocidas.
Lula tiene prohibido entrar en algunas iglesias; no se trata solo de que el pastor hable a favor de Bolsonaro
¿Por qué a Lula le cuesta tanto erosionar el apoyo de los evangélicos a Bolsonaro?
Lula tiene prohibido entrar en algunas iglesias; no se trata solo de que el pastor hable a favor de Bolsonaro, que ha trabajado mucho en fortalecer el vínculo, por ejemplo, a través de grupos de WhatsApp. El apoyo a Lula se da muy tímidamente. Los petistas pentecostales viven ahora mismo un infierno porque están muy ligados a su Iglesia, tienen sus negocios ahí, y sus clientes y sus propios hijos se quedan en la iglesia después de la escuela…
El cantautor brasileño Leonardo Gonçalves lanzó, junto con tres o cuatro popstars evangélicos, una canción que se llama Mesías, el segundo nombre de Bolsonaro; es una canción moderna y claramente anti Bolsonaro, que critica la idolatría al presidente. Leonardo me decía que ya no lo invitan a hacer conciertos, que perdió miles de seguidores en las redes y su argumento no es que esté a favor de Lula sino que va en contra de Bolsonaro. Esto es un claro ejemplo de persecución.
Si gana Lula, ¿cómo quedará su vínculo con los dueños de las Iglesias como es el caso de Edir Macedo de la Universal?
Yo creo que Macedo siempre estuvo del lado del que tenía la presidencia. Se tornaron más radicales y ahora no sé si va a cambiar, pero nunca estuvo en la oposición. Siempre estaba al lado de quien estaba en el poder. Con Bolsonaro quizás lo que pasa también, por primera vez, es que Macedo es propietario de la cadena de televisión Record y el Gobierno paga en anuncios publicitarios destinados a sus fieles, usa este dinero así, es decir, que es también financieramente interesante para Macedo…