La publicación del diario de un cura en el que reconoce los abusos sexuales provocó que salieran a la luz nuevos casos en el país latinoamericano y una cascada de iniciativas tanto institucionales como eclesiásticas
El procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez, da sorbos a una taza de café mientras habla pausadamente sobre el terremoto mediático que ha provocado la revelación de los casos de pederastia dentro de la Compañía de Jesús en su país. El sonido de su móvil corta la conversación con el periodista, y el procurador revisa lentamente el mensaje que acaba de recibir.