Desde el período de posguerra hasta mediados de la década de 1980, miles de niños fueron separados por la fuerza de sus jóvenes madres belgas y vendidos a familias adoptivas por instituciones católicas. Hoy en día, muchas víctimas intentan desesperadamente rastrear sus orígenes y exigir respuestas a los responsables de este escándalo. Nuestra corresponsal Alix Le Bourdon informa desde Francia y Bélgica.
El grupo ultracatólico Sodalicio se resiste a aceptar su disolución y las víctimas de abusos alertan de que trata de ocultar su patrimonio
La organización católica peruana liquidada por Francisco en enero aún no ha firmado la recepción del decreto, mientras…