El teólogo suizo critica la inmoralidad de la Guerra de Irak, aunque justifica la intervención armada en casos como el Holocausto judío
Hans Küng -uno de los teólogos más importantes actualmente- comenzó ayer su charla en Granada haciendo una enumeración de los temas que ha estudiado a lo largo de su vida. Desde ‘la doctrina de la justificación del pecador’ que defendió en sus comienzos -tiene ya 75 años-, hasta su reciente ‘búsqueda de una ética mundial’. El filósofo suizo reflexionó sobre temas harto conocidos en su repertorio, como la denuncia del papel secundario de la mujer en la Iglesia o la cerrazón de ésta ante temas como la píldora o el aborto. La crítica subió conforme pasaron los minutos en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros, donde Hans Küng pronunció ayer una conferencia sobre ética mundial.
«Todos los Cardenales que rodean al Papa son criaturas suyas y responden a su concepto de no representar a los fieles; entre ellos no se aglutinan las distintas tendencias de la Iglesia, por lo que la muerte de Juan Pablo II no tendrá consecuencias parecidas a la de Pío XII», explicó el teólogo. No obstante, se mostró esperanzado en que en el futuro un tercio del Consejo Cardenalicio se oponga a un «Papa reaccionario».
Continuó Hans Küng criticando la «carencia de derechos humanos en el seno de la Iglesia», mientras que «cayendo en una contradicción», ésta defiende los derechos del hombre en el exterior y la paz en el mundo. «El Vaticano no es miembro del Consejo de Europa porque no quiere firmar la Declaración de Derechos Humanos del Consejo de Europa», apostilló.
Canonizaciones
Interpelado por la beatificación de Isabel la Católica, Hans Küng disculpó su desconocimiento sobre la cuestión, pero sí arremetió contra las canonizaciones en general. «Las canonizaciones son canonizaciones políticas, como ejemplo de ello tenemos la de Escrivá de Balaguer o la de la Madre Teresa de Jesús -que es una verdadera Santa-, pero se usó su figura para la campaña contra la píldora. Todo eso no es un proceso espiritual, sino político, que además es muy lucrativo para la Iglesia», concluyó el teólogo disidente.
Libertad y guerra
El título de su libro autobiográfico ‘Libertad conquistada’, que está presentando por España, responde a una lucha continua en la vida de este filósofo suizo por alcanzar constantemente cuotas suficientes de libertad. «En el mundo nazi que me tocó vivir, en el colegio, en el seno de la Iglesia -le prohibieron ejercer el magisterio en 1979 por cuestionar la infalibilidad del Papa-, incluso en el mundo de la Teología, he estado continuamente luchando por mi libertad», narró a los presentes.
No obstante, él abogó por un concepto de «libertad regalada por naturaleza», de la que ya se hiciera eco San Pablo.
Finalmente declaró que una política como la que lleva a cabo George Bush genera muchos sentimientos negativos, si bien se autodeclaró como «no pacifista». «Hay ocasiones en la vida en las que es necesario tomar partido, como por ejemplo en el exterminio judío por parte de los nazis», justificó su argumento. A pesar de ello, explicó que la guerra de Irak ha sido ilegítima e inmoral desde la óptica del derecho internacional y reprochó al Papa «no haber hablado claramente en contra del acontecimiento bélico, que actualmente tiene en jaque a la política exterior
estadounidense».