Han pasado más de once años desde la primera iniciativa para que se retirase la enorme losa en recuerdo de los caídos del bando fascista situada en la Iglesia de San Francisco de Balbastro. Y ahí sigue, a la vista de todos con el mensaje “caídos por Dios y por España”, una gran cruz, y el nombre de José Antonio Primo de Rivera encabezando la lista con letras más grandes.
Una herida que perdura en el tiempo y que ni la administración ni la iglesia parecen tener voluntad de curar. Y como pasa en muchos otros pueblos, el tema es recurrente. En 2004, el pleno del Ayuntamiento de Balbastro aprobó una moción sobre una propuesta del entonces concejal de IU Francisco Viu y ahora candidato de Compromiso por Barbastro, en la que se acordó iniciar el procedimiento para retirar la placa, delegando para ello a la alcaldía (PSOE) la celebración de conversaciones con el Obispado de Balbastro. En 2005, Francisco Viu volvió a insistir, y el pleno volvió a instar a la Alcaldía que retomase las conversaciones para la retirada de la placa.
Ocho años después, en 2012, el actual concejal por CHA Valero Aguayos, retomó el tema y propuso al pleno del Ayuntamiento su retirada y el levantamiento de un monumento, placa o escultura a favor de la paz en la misma plaza. Antes de debatir la moción, los concejales del PP pidieron un informe sobre la capacidad y competencia del pleno para la retirada, ya que la propiedad de la Iglesia de San Francisco es privada y era posible que estuviese catalogada como Patrimonio Cultural Aragonés. El PP ya se había abstenido en las votaciones de los plenos de 2004 y 2005.
El informe llegó apenas cinco días después, y afirmó que la Iglesia de San Francisco “no ha sido calificada como de interés cultural” aunque sí “dentro del catálogo que acompaña al Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo de Barbastro”. Y finaliza diciendo que la decisión que tome al Ayuntamiento “no podrá ir más allá de la mera incoación de expediente”. No lo deja claro, ya que una de las barreras de la Ley de la Memoria Histórica (vigente en el momento del informe, y derogada “de facto” por el gobierno de Rajoy al no dotarla de presupuesto en 2013 y 2014) es que la retirada por parte de las administraciones públicas no será de aplicación “cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”.
No obstante, la misma ley recoge que se “podrán retirar subvenciones o ayudas a los propietarios privados” que no actúen retirando esta simbología, y en este caso la diócesis Balbastro – Monzón. Pero tampoco parece haberse ejercido presión en este sentido, ya que si han colaborado y acordado con la diócesis en varias ocasiones. La propia diócesis se ha esmerado en la limpieza y la petición de apoyo institucional para la retirada de varios nidos de cigüeña de la Catedral de Balbastro, e incluso responsables eclesiásticos defendieron en enero de 2015 en un informe oficial que las cigüeñas deben considerarse una especie “invasora”, no merecedora de “interés especial” ni declarada de “protección especial”. Asimismo define a las cigüeñas como “incómodos huéspedes, que se apoderan del hábitat humano abandonando el natural que le es propio”. Y el Ayuntamiento de Balbastro, llegando a un acuerdo con la diócesis, ha colaborado con apoyo técnico y humano a través de la brigada municipal para realizar los trabajos, tras una reunión mantenida con los responsables eclesiásticos. Pero no es la única colaboración entre el Ayuntamiento y la diócesis, ya que en 2013 sufragó unas obras en el interior de la torre.
Desde el Gabinete de alcaldía han respondido a AraInfo que “el Ayuntamiento no tiene potestad para quitarla” y que las “conversaciones con los responsables de esta iglesia de momento no han dado sus frutos”. Una respuesta curiosa después de conocer los enormes y rápidos frutos que han dado otras conversaciones enunciadas en el párrafo anterior. AraInfo también ha intentado contrastar la información con la Diócesis Balbastro – Monzón, con la única respuesta, después de insistir mediante mails y llamadas de teléfono, de pedirnos que no les involucremos “en temas vidriosos”.
Desde la oposición han anunciado la presentación por parte de CHA de una contestación por escrito al alcalde Antonio Cosculluela (PSOE) sobre las reuniones con el Arzobispado. Asimismo, IU mantiene su apoyo a cualquier tipo de causa en este sentido, e incluso Víctor Pardo Lancina, candidato en las primarias de Cambiar Uesca para optar a la alcaldía oscense, afirma que “existe el mismo problema en otros pueblos como Robres, que yo mismo he denunciado ante el Defensor del Pueblo”. Y conociendo las iniciativas de Francisco Viu, la marca Compromiso por Barbastro podría dar un enfoque distinto al mantenido en la actualidad por el consistorio.
En definitiva, todos los intentos y esfuerzos para lograr su retirada se están dando contra un muro. Y mientras tanto, José Antonio Primo de Rivera y el régimen fascista tienen un enorme recuerdo presente en la capital de Semontano.
Una herida que dura demasiado. Una herida que los y las represaliados y represaliadas por el fascismo en Balbastro merecen que se cierre. Y para curar, hay que actuar.