El pasado viernes 24 de enero representantes del arzobispado y ayuntamiento de Valladolid y de la Junta de Castilla y León se reunieron para llegar a acuerdos de cara a los trabajos que se realizarán para restaurar la catedral de la ciudad. De la reunión se desprendieron cuatro prioridades a la hora de intervenir en el templo.
La primera de ellas será la de separar los accesos litúrgico y turístico. De esta manera se pretende «evitar interferencias en los cultos y servicios religiosos, por un lado, y facilitar y obtener un mayor control sobre las entradas al museo y la torre, por otro», según ha publicado el arzobispado de Valladolid. La segunda prioridad sería mejorar el Patio de los cipreses y fomentar los servicios religiosos. En tercer lugar, se quiere instalar la biblioteca del Seminario diocesano en la parte superior de la nave del Evangelio. En cuarto y último lugar, «la limpieza, consolidación y protección adecuadas de las ruinas de los restos de edificios históricos de la calle Arzobispo Gandásegui y de la plaza de Portugalete».
En la reunión de coordinación estuvieron presentes, por parte de la archidiócesis: Luis Argüello (obispo auxiliar), José Andrés Cabrerizo (deán de la catedral), Jesús García Gallo (delegado de Patrimonio) y Mateo Marcos (canónigo). Por parte de la Fundación Edades del Hombre, Enrique Martín, su vicesecretario. También acudieron el jefe del servicio territorial de Cultura del Gobierno regional, Leopoldo Cortejoso y, como comisionado, el catedrático emérito y vitalicio de Historia del Arte, Salvador Ordax.