El acto institucional y religioso de izada de la bandera, a la que se sumaron numerosos fieles, se llevó a cabo tras la eucaristía que presidió el obispo de la Diócesis Nivariense. Bernardo Álvarez
El 2020, el nuevo año lustral al que ha llegado la isla y sus habitantes tras una cuenta atrás que se inició desde el término de la edición de 2015, ha dado el pistoletazo de salida a las fiestas con un importante acto institucional y religioso: la izada de la bandera el primer día de este nuevo año en una joven tradición con origen en la edición lustral de 2015 a partir de la iniciativa del rector del Real Santuario de La Virgen de Las Nieves, Antonio Hernández, quien ha destacado el interés de mantener este acto todos los uno de enero de cada año lustral, que este año coincide con la fiesta de Santa María y la Jornada Mundial de la Paz. La izada de la Bandera de la Virgen se llevó a cabo en el lugar conocido como el Morro, unl lugar clave en la historia previa a la construcción de la ermita en el lugar, germen del actual Real Santuario Insular.
Vecinos y fieles se han sumado a esta celebración en el Real Santuario Insular, donde a mediodía comenzó la solemne eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, a partir de la cual una amplia comitiva de autoridades civiles y eclesiásticas llevaron a cabo la izada de la bandera, elemento clave para dar la bienvenida al año lustral y reforzar el carácter religioso de una fiesta que está fuertemente arraigada a Santa Cruz de La Palma y a la ciudadanía en general y en un ámbito que trasciende de la liturgia y que ha cobrado mayor peso como expresión popular de las tradiciones culturales y festivas de las lustrales.
Al finalizar la misa, acompañados por el grupo de castañuelas de Breña Alta, los custodios de Nuestra Señora de Las Nieves llevaron esta insignia de la patrona hasta el morro de su nombre. Tras una reflexión sobre este lugar patrimonial aborigen y el comienzo de la evangelización cristiana, se proclamó el cántico al hermano sol de San Francisco de Asís,para continuar con la oración a la Virgen de Las Nieves, inaugurando el año lustral. El solemne acto concluyó con las tradicionales salvas en honor de la Virgen.