Las calles de Astorga acogieron este mediodía la manifestación convocada tras darse a conocer el caso de un ex seminarista de La Bañeza que denunció a un sacerdote por pederastia y que fue castigado por la Iglesia. «Justicia real, no un año retirado. Un caso de estos, con un año retirado no es suficiente. Queremos justicia tanto para el que abusó como para los que sabían lo que pasaba y lo encubrieron», reclamaron hoy los asistentes.
Bajo una intensa lluvia, los manifestantes partieron de la plaza de la catedral hasta llegar al Obispado. Un portavoz dio lectura a un manifiesto que pidió «que no quede ningún caso sin condena. Que ni un solo caso quede sin castigo; un castigo que satisfaga a las víctimas. La vergüenza la tienen que pasar los que cometieron los abusos», insistieron.
Además, señalaron que aceptan el ofrecimiento del obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, para reunirse con ellos el próximo día 28. Un encuentro acordado días después de conocerse otro presunto caso de abusos a menores relacionado con los sacerdotes responsables del seminario de La Bañeza.
«Dudo que entiendan lo que significa que profanen tu niñez. Una herida que jamás cicatrizará. Esta aberración hay que frenarla. La infancia es solo una y nadie tiene derecho a destrozarla gratuitamente», señaló uno de los asistentes. Otro aseguró que «todavía lo sigo recordando con angustia y dolor. Yo he estado en la cárcel y se está mejor. Allí era un miedo continuo. Dormíamos con un ojo abierto».
«Sé que no habrá sido fácil para vosotros reuniros. Compartimos muchas horas y años juntos, gracias por salir a la calle y ayudar a conocer que las víctimas de abusos sexuales no estamos solos», señaló otro de los participantes en la movilización. Aseguran que próximamente habrá más casos que salgan a la luz.