El clérigo afirmó que actuaría distinto en la actualidad y que en el pasado se dejó orientar por las personas incorrectas que tampoco tenían los elementos para proceder en la investigación y contención de las víctimas.
El arzobispo argentino Víctor Manuel Fernández, elegido por el Papa Francisco para dirigir una poderosa oficina del Vaticano, admitió este domingo que cometió errores en la forma en que manejó en 2019 el caso de un sacerdote denunciado por abusos sexuales a menores, lo que todavía le acarrea críticas por supuestamente haber protegido al clérigo.