El día 15 de diciembre por segunda vez salió don Luis Javier Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, a pedir al Presidente de España, elegido democráticamente por la ciudadanía española, que dimitiera de su cargo. Quiero entender que dicho señor tiene un modo de pensar que le impide tener en cuenta la condición de ciudadano y cuanto tal significa desde hace poco más de 47 años. Pero mi voluntad y opinión, no me permite entender que el señor Argüello haya olvidado que una ley derogó el palio que sus antecesores compartían con aquel Dictador al que ayudaron a deponer en la cruzada. Ni aun entonces se atrevían a tal sugerencia. Lo más a lo que osaban era a ponerse de acuerdo para obligar a la población sobre dogmas y obediencias y a pactar con Roma el colectivo que hoy preside, y del que hay dudas de si el mismo aprueba el parecer expresado. Tengo para mí que el señor Argüello, como tantos españoles muy españoles, que sus opiniones y decisión se deben más bien a ese llamamiento de “hacer lo que cada cual pueda hacer” Así que en eso están, y a los demás nos invitan a valorar hoy la autoridad del clero.
Por mi parte, toca hablar con mi conciencia a quien conmigo va, (y a mi prójimo en su caso) como quien espera hablar con Dios, como diría el poeta, para quienes sea pertinente. Con respeto y concentración humanos a quienes si usen la cabeza para pensar y no para embestir. En ese sentido me congratulo de que, pese al alto poder de Argüello, entre el resto de sus iguales la llamada del embustero belicista de Irak no ha tenido igual acogida. Y es que, pese al renacer del nacional catolicismo cercano a la derecha integrista, entre algunos creyentes aun se recuerda aquello de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Por eso cada día comparto más, mis afanes con personas sin reparar en credos, porque en el hecho de serlo (persona) en grado sumo, ya tienen asegurado el mayor de los respetos. Y es que Machado, cristianos a su manera, decía al recordar a su maestro Giner de los Ríos: “que suenen yunques, que callen campanas”. Entendían Machado y Giner que el fervor no desmerece por ceder ante el deber común. Y es que ayudan poco las pastorales obreras o universitarias entrando en discordia en el campo sindical o de la ciencia en la que el dogma ayuda poco. Y es que al brazo clerical como en del reaccionario Argüello la ciencia y el bien del obrero le importan un comino. De eso tuve que hablar en varias ocasiones ante quienes por buena fe ignoraban la mano clerical de las pastorales. Manos que no han tenido inconveniente en santificar a muertos rebeldes y dejando las cunetas llenas.
La historia enseña poco y hay buenas gentes que sin reflexionar se ven envueltas en guerras de religión. Guerras que con frecuencia, tienen más de intereses que de la creencia invocada. Desde la noche de los tiempos el trono y el altar han estado unidos por lo mismo. Eso ha sido y en España y Argüello lo viene a demostrar acudiendo a la llamada a la derecha. Esa misma que llamaba “Ciudadano Bergoglio” al papa que, como antes Juan XXIII, pedía reconciliación en España antes de visitarla. Vemos como las creencias, a veces en compañía del dinero, se convierten en instrumento de poder como ocurre en Brasil y El Salvador. Por el contrario, eso no ocurre cuando en el ambiente se da ocasión a la razón y a la consciencia libre como denunciaría Víctor Hugo:
“Ya conocemos al partido clerical… Es el que ha encontrado para la verdad esos dos maravillosos apoyos: la ignorancia y el pensamiento en el dogma. Impide a la ciencia y al genio ir más allá del misal y quiere enclaustrar el pensamiento en el dogma. Todos los pasos que ha dado la inteligencia de Europa los ha dado a su pesar. Su historia está escrita en el reverso del progreso humano. Se ha opuesto a todo… “DISCURSO CONTRA LA LEY FALLOUX”.
En Españala Iglesia Católica como Institución, es una estructura gobernada a lo largo de la historia por el clero (mayoría de obispos). Clero que casi siempre estuvo a favor de los poderosos. Frente al clero había y hay cristianos que entienden la religión como decía Hugo y respetan las leyes. Pese a una historia de guerras religiosas, ha habido y hay, quienes como Hugo entendían la religión de otra manera o no tenían religión. Sin embargo, tras bastante tiempo de paz, ahora por las migraciones asociadas a las religiones se habla (Meloni) de cristianos europeos contra el Islam. Algo por el estilo proclama en EEUU: los cristianos contra la migrantes a expulsar. A ese discurso se une Argüello como un nuevo Rouco Varela, a las órdenes del pro yanqui Aznar. Esto es, como atacaron a Irak con armas y mentiras masivas”. Destrucción en Irak, otra más en la cuenta de USA. Sin embargo, la preocupación de Argüello, como la de los jueces y otros es dar agarre a los kikos, Hazte OIR, Abogados cristianos, OPUs Dei y a todo ese bloque reaccionario contra la democracia.
