Lo sucedido ha provocado un fuerte malestar en la Iglesia por considerar que se trató de una apropiación partidista de una invitación que hicieron los obispos a los fieles a rezar por la convivencia en el país
La plana mayor del gobierno argentino asistió este sábado a una misa «por la paz y la fraternidad» de aspectos desconcertantes: no asistió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, reciente víctima de un atentado, ni ningún representante de la oposición.
«Nadie debería quedar afuera de la casa de María de Luján«, dijo durante la homilía el arzobispo Jorge Scheinig, consciente de que la «peronización» de la misa molestaba a parte de los fieles reunidos en la Basílica de Luján, el mayor templo católico del país, a 70 kilómetros de Buenos Aires.
Además del presidente Alberto Fernández, la mayoría de los ministros del gobierno nacional, legisladores y dirigentes políticos del peronismo se hicieron presentes en Luján.
Según ‘Clarín’, lo sucedido este sábado «provocó un fuerte malestar en la Iglesia por considerar que se trató de una apropiación partidaria de una invitación que hicieron los obispos a los fieles a rezar por la convivencia en el país este fin de semana ante la creciente tensión política».
Tras el fallido atentado del 1 de septiembre a la vicepresidenta, Fernández situó la responsabilidad en la oposición y los medios de comunicación por crear un ambiente de odio. Días después, una multitudinaria marcha en la Plaza de Mayo y una reunión en la Casa Rosada se celebraron también sin representación de la oposición.
Fuentes del gobierno aseguraron que la oposición fue invitada a la misa de este sábado, algo que la oposición niega.
Fuentes del gobierno aseguraron que la oposición fue invitada a la misa de este sábado, algo que la oposición niega.
«Una lástima, una oportunidad perdida, pero nosotros tenemos la obligación de seguir convocándolos», dijo a «La Nación» el canciller Santiago Cafiero.
Esta semana, en medio de la tensión derivada del intento de asesinato de la ex presidenta, otro ex presidente, Mauricio Macri, denunció haber recibido amenazas de muerte. El presidente Fernández expresó en las redes sociales su condena al hecho.
En otro acto, miles de personas se reunieron en un parque de Buenos Aires bajo el lema ‘»El pueblo cuida a Cristina, Cristina cuida al pueblo’.
El peronismo sostiene que Fernández de Kirchner es víctima de una persecución política. Esgrime como prueba la petición de condena a 12 años de prisión por defraudación al Estado hecho el mes pasado por dos fiscales federales contra la actual vicepresidenta.
