Dice que fueron los militantes peronistas, y no la policía, quienes la salvaron
Cristina Fernández de Kirchner reapareció este jueves tras dos semanas sin hablar y analizó el atentado en el que milagrosamente salvó la vida. No fue la policía la que se ocupó de atrapar a su agresor, alegó, sino los militantes peronistas.
«El otro día cuando pasó lo que pasó fueron los militantes los que aprehendieron al que me intentó matar. No fue la Policía. Fueron los militantes. Fracasado el primer disparo, intentó accionar otra vez el arma y se lo impidieron», dijo la vicepresidenta argentina en un discurso en el Senado, al que invitó a curas que trabajan en barriadas pobres del país.
«Quería que mi primera actividad pública, por así decirlo, fuera con ustedes. Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente», añadió con voz quebrada la dos veces presidenta.
En la noche del jueves 1 de septiembre, un hombre disparó dos veces una pistola frente a la cabeza de Fernández de Kirchner. Las balas, pese a haber cinco en el arma, no salieron. La justicia ya detuvo a cuatro personas y continúa investigando el hecho, que el gobierno atribuye a un «clima de odio».
«Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983», dije Fernández de Kirchner, en referencia al año que marcó el regreso de la democracia a Argentina. «Siento que la recuperación de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar y elegir a las autoridades. Entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir de política».
La vicepresidenta reveló que el Papa Francisco la llamó el día después del atentado.
«Me llamó bien tempranito al otro día de ese jueves, el viernes tempranito estuvimos hablando por teléfono y me dijo algo así como: ‘Los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y violencia. Primero es lo verbal ¿no? La agresión y después ese clima va creciendo y finalmente se produce'», aseguró.
La investigación del atentado a Fernández de Kirchner siguió sumando detenidos, además de revelaciones más que llamativas. Brenda Uliarte, la novia del hombre que disparó dos veces la pistola frente a la vicepresidenta argentina, gana peso como líder de la llamada «banda de los copitos».
«Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina», escribió Uliarte a una amiga, Agustina Diaz, el 1 de septiembre. La referencia a José de San Martín, héroe de la independencia argentina, da una idea de la dimensión de lo que tramaba Uliarte, pareja de Fernando Sabag Montiel.
Diaz se convirtió esta semana en la tercera detenida, y este miércoles se sumó como detenido Gabriel Carrizo, jefe del grupo que fabricaba y vendía algodón de azúcar, producto conocido también como «copito de nieve».
El teléfono móvil de Díaz permitió avanzar en la impresión que tiene la Justicia de que Uliarte es la principal instigadora del intento de asesinato de la dos veces presidenta argentina. Los mensajes de texto que envío reflejan su protagonismo.
«Mandé a matar a la vice Cristina. No salió porque se metió (la bala) para adentro. Una bronca te juro la tenía ahí. Los liberales ya me tienen re podrida yendo a hacerse los revolucionarios con antorchas en Plaza de Mayo basta de hablar hay que actuar. Mandé un tipo para que la mate a Cristi».
Fernández de Kirchner está siendo sometida a un juicio por corrupción y defraudación al Estado durante su período (2007-2015) como inquilina de la Casa Rosada. Días antes del intento de atentado, la fiscalía pidió 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos para la ex presidenta argentina.
Uliarte, de 23 años, y que en los primeros días tras el atentado se presentó como «Ámbar», se extiende también en las motivaciones que Sabag Montiel, de 35, tiene para asumir semejante encargo.
«Lo hizo porque también está re caliente con lo que está pasando. Te juro que a esa la voy a bajar. Me tiene re podrida que ande robando y quedé impune», escribió Uliarte, que destaca que Sabag Montiel, en teoría su pareja, no le cobró por encargarse del intento de asesinar a Fernández de Kirchner.
La detención de Carrizo se produjo este miércoles cuando el hombre fue a los tribunales federales a buscar su teléfono móvil, que estaba en manos de la justicia. Al llegar allí fue detenido, las pericias sobre el contenido de su teléfono complicaron su situación en el expediente judicial.