La ley establece no solo el Día sino también el Mes de la Biblia que será cada septiembre. En el Recinto, una de las autoras, la diputada justicialista Paola Benítez, basó sus argumentos en un acuerdo celebrado en Argentina en 2004 por los credos religiosos cristianos. La diputada del Frente Grande, Tere Cubells, quien se abstuvo de votar, ratificó su posición de que “todos los estamentos del Estado deben guardar distancia de la presencia de religiones en su seno y la influencia directa sobre las políticas de Estado”.
El Parlamento chaqueño instituyó por ley el cuarto domingo de septiembre como el Día Provincial de la Biblia, en conmemoración del acuerdo de credos cristianos, suscripto en la República Argentina en el año 2004. La iniciativa de autoría de las diputadas justicialistas Paola Benítez, Andrea Charole y Elida Cuesta recogió 20 votos favorables y uno en contra de su par del frente Grande, Tere Cubells, quien defendió la libertad de culto y el Estado laico… tal como reza la Constitución.
Benítez fue quien se refirió al proyecto de ley y argumentó que la iniciativa se ampara en la conmemoración del acuerdo celebrado en Argentina en 2004, por los credos religiosos cristianos. Explicó que “la celebración del Mes de la Biblia tiene como antecedentes dos hitos históricos, como lo fueron, para la Iglesia Cristiana Evangélica el día 26 de septiembre del año 1.569, fecha en la que se imprimieron los primeros ejemplares de la Biblia en español, traducidos por Casiodoro de Reina, y para la Iglesia Católica Romana, el día 30 de septiembre, en conmemoración del fallecimiento de Jerónimo de Estridón, traductor de la Vulgata latina. Ambas fechas, movilizaron a la comunidad cristiana, a seleccionar todo el mes de septiembre como “Mes de la biblia”, reflejando la unidad.
Recalcó que “en todo el mundo y en Argentina, católicos, protestantes y evangélicos, celebramos en el mes de septiembre el Mes de la Biblia”, recordando “al libro más difundido de la historia de la humanidad”. “La Biblia no es cualquier texto, contiene un peso histórico fundacional, por su traducción y difusión a lo largo y ancho de todo el mundo”.
En la misma línea, la diputada radical Débora Cardozo, defendió el proyecto y señaló que en 2021 “mil cristianos más fueron asesinados por su fe y el año anterior mil cristianos fueron detenidos y más de 600 iglesias fueron atacadas o cerradas. La violencia religiosa no distingue edad, sexo, raza o condición social, económica o política”. Celebró en ese sentido el marco legal que los ampara a la libertad de pensamiento, consciencia y religión. “Traigo a reflexión esto porque creo que tiene mucho que ver que en esta Casa de la Democracia se apruebe este proyecto de ley cuando en otros lugares muchas personas son asesinadas por practicar su fe. Traigo esta reflexión para que nosotros, más allá de lo partidario y el color político, podamos velar por esta libertad religiosa, la tolerancia y la libertad de culto”.
“Guardar distancia”
Desde su banca, la diputada Tere Cubells ratificó su postura hecha pública cuando cuestionó la presencia de imágenes religiosas en el Recinto legislativo. “Entiendo que todos los estamentos del Estado deben guardar distancia de la presencia de religiones en su seno y la influencia directa sobre las políticas de Estado, separando la fe y las creencias de quienes gobiernan, de las acciones del Estado”.
“Desde nuestro espacio político, que integran también militantes de diferentes credos y personas que no tienen pertenencia religiosa, así lo pensamos y lo practicamos. por eso no voy a acompañar la iniciativa. Y, además, quiero decir que, como integrante de la Comisión de Educación, no he suscripto un despacho, hasta lo sentí contradictorio que desde la Comisión de Educación se expida cuando nuestra propia Constitución hace referencia a la laicidad de la educación”, defendió.
