El gobierno saudí ha despedido a 100 imanes y predicadores islámicos que daban sermones en las mezquitas de La Meca y Al-Qassim porque no condenaron a los Hermanos Musulmanes como se les ordenó, informó el periódico Al-Watan.
El Ministerio de Asuntos Islámicos, Dawah y Guía emitió instrucciones para que todos los imanes y predicadores critiquen a los Hermanos Musulmanes y los culpen de causar diferencias y divisiones en la sociedad.
El mes pasado, el ministerio ordenó a los predicadores que dedicaran el sermón del viernes a respaldar una controvertida declaración emitida por el Consejo Saudí de Altos Estudiosos en la que el consejo describía al grupo como una organización “terrorista” que no representa las verdaderas enseñanzas del Islam sino que sirve a sus intereses partidistas.
Arabia Saudita designó formalmente a los Hermanos Musulmanes como organización terrorista en 2014 y los prohibió en el reino.
En la década de 1950, Arabia Saudita dio refugio a miles de activistas de los Hermanos que se enfrentaban a la cárcel y a la represión en Egipto, Siria y otros lugares. La Hermandad pronto ganó influencia en el reino.
La ruptura de los lazos se produjo después de la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990 y la participación saudí en una invasión de Irak liderada por los Estados Unidos en 2003. El grupo criticó abiertamente la presencia militar de EE.UU. en el reino y sus afiliados buscaron reformas políticas. Las autoridades aplastaron la campaña pero culparon al movimiento por sembrar la disidencia, y en 2002 el ministro del interior dijo que los Hermanos eran la “fuente de todos los males del reino”.
En 2013, los saudíes apoyaron un golpe militar en Egipto que vio al entonces ministro de Defensa Abdel Fattah Al-Sisi derrocar al primer presidente elegido democráticamente del país, Mohamed Morsi, que provenía de los Hermanos.