Se trata del caso de un ingeniero en minas de Tocopilla -quien hoy permanece postrado por una enfermedad degenerativa- realizó la denuncia ante el espicopado chileno y la PDI. Según la acusación, el religioso abusó y violó cuando este tenía 16 años, siendo Oviedo obispo de Antofagasta. Los hechos sucedieron tras abusos sufridos por parte de los maristas en el Jamboree de 1986.
A raíz del reportaje publicado por Interferencia el día 25 de enero, los sobrevivientes del llamado caso maristas en Chile expresamos lo siguiente:
Entregamos nuestro público respaldo a la familia del denunciante y al ex alumno marista de iniciales J.F.P.L, abusado por dos hermanos maristas; Jesús Marco y Jesús Bayo; y por el entonces obispo y luego cardenal Carlos Oviedo Cavada.
• La dinámica de abusos descrita en la nota es coincidente con otros relatos conocidos por este grupo de sobrevivientes donde aparecen los campamentos y grupos scouts como espacios de impunidad para el abuso y la secuencia en que un agredido por hermanos maristas luego es atacado por un miembro de otra congregación o del clero diocesano.
• Exigimos que la congregación marista y la Iglesia Católica entregue inmediata ayuda y reparación a una familia destrozada; ellos están en conocimiento de estas denuncias desde hace aproximadamente un año y no han hecho nada por ayudarles.
• Reiteramos que la dilación es tiempo a favor de los delincuentes, que siguen viviendo amparados y protegidos por la Congregación Marista, en contacto con el resto de la comunidad. Ello es un peligro no solo para los casos conocidos, ya que mantienen activas sus redes, sino que también pueden cometer nuevos delitos. En Chile, esta congregación tiene a su cargo más de 15 mil niñas, niños y adolescentes.
- Carlos Carvajal Araya
- Jaime Concha Meneses
- Gonzalo Dezerega Bustamante
- Eneas Espinoza Gallardo
- Jorge Franco Rojas
- Isaac Givovich Contador
- Eduardo Rozas Honorato
- Eladio Valdés Arce
- + otros sobrevivientes.
Santiago, 31 de enero de 2020