Según informa Canal Sur, “el director general de Radio y Televisión de Andalucía (RTVA), Juande Mellado, y el obispo de Guadix (Granada) y delegado para los medios de comunicación en la Asamblea de Obispos del Sur, Francisco Jesús Orozco, han renovado su colaboración y han suscrito un convenio por dos años para divulgar el hecho y el sentimiento religioso católico a través de programas de radio y televisión, y las actividades que desarrolle la Iglesia Católica en Andalucía”.
Las andaluzas y andaluces conocemos muy bien en qué consiste esa colaboración entre Canal Sur y los representantes en Andalucía de la Iglesia Católica. Es una colaboración que no se limita a dar informaciones que puedan interesar a la ciudadanía, sino que se da un trato de privilegio desmedido a la confesión católica, con retransmisiones exhaustivas (larguísimas) de actos litúrgicos, ofrendas, etc., y con unos comentarios realizados a menudo por fervorosos creyentes católicos (incluso sacerdotes).
Eso puede apreciarse cada semana y cada día, pues la inclinación hacia los intereses de la Iglesia puede extenderse por cualquier noticia que la afecte. Pero ocurre especialmente cuando hay acontecimientos relevantes para los creyentes católicos como el Rocío u otras romerías, la Semana Santa (con una “programación especial de Cuaresma” y retransmisión desaforada de procesiones y liturgias), la Navidad, etc. Con mucha frecuencia, Canal Sur puede confundirse con un canal de la Iglesia. Por ejemplo, el programa dominical “Testigos hoy” nos informa de que “trata diversos temas de actualidad desde el punto de vista de la fe cristiana”, y de que muestra “la realidad de la Iglesia católica en Andalucía (…) desde la perspectiva del humanismo cristiano”. Si todo esto no es confesionalismo,…
Comoquiera que esta ha sido hasta ahora la forma de proceder, el que se haya firmado una mera renovación de la colaboración, sin aplicarse ningún nuevo control que vele por la aconfesionalidad en las retransmisiones en cuanto a su volumen y a sus características, significa que se piensa seguir igual, es decir, poniendo la radiotelevisión pública andaluza al servicio del proselitismo de la Iglesia católica.
En Andalucía Laica pensamos, como cualquier demócrata, que la televisión y la radio públicas de un Estado aconfesional como el nuestro debe estar al servicio de toda la ciudadanía, cualesquiera que sean sus convicciones y creencias, y en condiciones de igualdad. En ningún caso debe la radiotelevisión pública privilegiar a unas sobre otras haciendo proselitismo o menoscabo de ninguna. Una televisión andaluza al servicio de toda la sociedad fomentará la ciencia, el conocimiento y la cultura en todas sus manifestaciones sin priorizar los intereses de ninguna religión o ideología particular.
Es evidente que los excelentes profesionales de la comunicación que sin duda trabajan en Canal Sur también son capaces de informar de los acontecimientos de carácter religioso sin caer en los extremos confesionales aquí denunciados, sino con un rigor, una neutralidad, y en definitiva una aconfesionalidad exquisitas.
Por todo ello, pedimos que se anule cuanto antes el convenio suscrito entre Canal Sur y la Asamblea de Obispos del Sur.
