Se inician los plazos para solicitar la matriculación en el próximo curso. Uno de los privilegios de la iglesia católica es colocar en los centros carteles para promover la escolarización de alumnado en clases de religión. Rogamos que este cartel se pueda imprimir y colocar igualmente en los Centros Educativos.
Sabido es que las distintas leyes educativas, incluida la reciente LOMLOE, llevan décadas apuntalando los privilegios de la jerarquía católica, a través de la pervivencia de la catequesis en todos los centros educativos en horario lectivo y de la no menos grave extensión sin límites de la escuela privada subvencionada. La LOMLOE, respecto a la asignatura de religión, se limita sólo a que deje de tener asignatura alternativa y carecerá asimismo de valor académico para solicitar becas o para hacer la media de Selectividad, lo cual es absolutamente insuficiente en cuanto al objetivo de lograr la plena laicidad del sistema educativo.
La eliminación prevista de la asignatura espejo plantea, a estas alturas, incógnitas sin resolver. Dado que el Ministerio finalmente renunció a establecer su ubicación, la responsabilidad quedará en manos de las distintas CC.AA; aunque las opciones son escasas: O se coloca al principio o final de jornada para que quien no la curse llegue después o se vaya antes o se mete en medio con algo parecido a una hora de estudio, deporte libre… ya que, y ese es otro problema que genera la asignatura de religión, en ningún caso se podrá avanzar o repasar contenidos curriculares.
Según los extraños límites que envuelven la enseñanza religiosa en los centros educativos, construidos sobre un acuerdo internacional (el suscrito en 1979 por España y la Santa Sede), varias sentencias del Tribunal Supremo y la propia norma del Ministerio de Educación, el derecho del alumnado a cursar la asignatura de religión obliga al resto, que no la cursa, prácticamente a perder el tiempo o, en todo caso, a poder abandonar el Centro Educativo mientras se cursa la asignatura.
Como no conocemos la propuesta de la Consejería de Educación respecto al alumnado que no vaya a cursar la asignatura, los firmantes le reclamamos alternativas que no impliquen un mero “tener entretenido” al alumnado propuestas alternativas con contenido educativo, pese al estrecho espacio que han acotado las sentencias judiciales durante los últimos años.
Y pese a que el Tribunal Supremo ha establecido que la alternativa no puede suponer un perjuicio para el alumnado que curse la asignatura de religión, tampoco es aceptable que la única propuesta sea perder el tiempo: Los aspectos más transversales del currículo nos dan el suficiente campo para desarrollar proyectos alternativos a la clase de religión dotados de pleno sentido educativo. Pero lo más simple y práctico sería sacar la asignatura de religión del currículum, porque distorsiona y complica la organización escolar de los Centros o, en todo caso, cursarla fuera del horario lectivo común.
RELACION DE FIRMANTES: Andalucía Laica, CGT, CC.OO, USTEA, Frente de Estudiantes.