Las autoridades de Alemania han ordenado al presidente del Centro Islámico de Hamburgo (IZH), cerrado y clasificado en julio como extremista, que abandone el país en un plazo de dos semanas, tras emitir una orden de deportación en su contra. La Autoridad del Interior de Hamburgo ha emitido la citada orden contra Mohamad Hadi Mofaté, lo que implica que cuenta con catorce días para abandonar territorio alemán. Además, tendrá prohibido volver a entrar el país y se expondrá a una condena de hasta tres años de cárcel en caso de hacerlo. Mofaté era presidente del IZH desde verano de 2018 y es considerado por los servicios de Inteligencia alemana como un representante oficial del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en el país europeo. Las autoridades alemanas anunciaron el cierre del organismo el 24 de julio argumentando que es una «organización islamista extremista» que «busca objetivos anticonstitucionales», tras una serie de registros en la mezquita chií del Imán Alí, conocida como Mezquita Azul y situada en las instalaciones, a orillas del lago Alster. La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, sostuvo posteriormente que el IZH «promueve una ideología totalitaria e islamista extremista en Alemania» y argumentó que Berlín «no actúa contra una religión». «Esta prohibición no se aplica en absoluto a la práctica pacífica del chiísmo», zanjó. En respuesta, Irán convocó al embajador alemán en Teherán para protestar por la decisión, que tildó de «hostil», «contraria a los principios fundamentales de los Derechos Humanos» y «un claro ejemplo de islamofobia». Además, las autoridades de Irán anunciaron la semana pasada el cierre de dos instituciones «ilegales» gestionadas por Alemania en Teherán, incluido el Instituto Alemán de Idiomas, en respuesta por la prohibición de las actividades del Centro Islámico de Hamburgo. El IZH es una de las mezquitas más antiguas en Alemania, tras su construcción a finales de los años cincuenta del siglo XX por migrantes y empresarios iraníes. El centro ha acogido, en ocasiones durante varios años, a destacados clérigos iraníes, incluido Mohamad Jatami, un reformista que llegó a ser presidente de Irán entre 1997 y 2005 y quien presidió el organismo entre 1978 y 1980.
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