Cádiz Laica, delegación provincial de Europa Laica, lamenta el anacrónico espectáculo que protagonizan, cada año, el Alcalde y otros representantes municipales de la localidad de Alcalá de los Gazules. Adorar imágenes religiosas, a título público ‒renovando su voto al «patrón» San Jorge‒ es una clara violación de aconfesionalidad del estado que proclama la Constitución Española en su art. 16.
Según el último barómetro de marzo, del Centro de Investigaciones Sociológicas ―órgano oficial― apenas un 10,3 % de la sociedad española es religiosa practicante frente a un 26,3 % de ateos y no creyentes. Aunque el porcentaje de creyentes fuera mayoritario, las instituciones públicas no pueden imponer una religión a toda la sociedad, este ilegítimo comportamiento institucional se denomina teocracia.
El ayuntamiento de Alcalá de los Gazules está gobernado, con igual número de concejales, por el Partido Popular e Izquierda Unida. No entendemos como este último partido, que afirma asumir la laicidad como un valor fundamental en democracia, puede amparar esta burla a la separación Iglesia-Estado.
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