Adelante Jaén llevará al próximo pleno del Ayuntamiento una moción para pedir la creación de una comisión con representación de todos los grupos políticos municipales para elaborar un reglamento de laicidad municipal «que regule el carácter civil de los actos oficiales o la representación institucional de los cargos públicos, funcionariado y demás personal de la Administración local».
La iniciativa, que será presentada junto con la asociación Jaén Laica, tiene como objetivo «el cumplimiento efectivo del principio de aconfesionalidad del Estado» en el Consistorio de la capital, según ha informado este jueves el portavoz de la coalición, Javier Ureña.
«En la definición constitucional del Estado español no existe una calificación desde el punto de vista religioso. Es evidente que un estado democrático que propugna como valores supremos, entre otros, la libertad y la igualdad, por su propia naturaleza no es confesional, como así se expresa en la propia Constitución», afirmado en una nota el concejal.
Por su parte, Juan Checa, representante de Jaén Laica, ha explicado que «el laicismo tiene su origen en la Ilustración y no es antirreligioso», sino «un principio democrático que propugna la libertad de conciencia, entendiendo asta como libertad religiosa, agnosticismo y ateísmo».
Ambas organizaciones, han defendido que las instituciones y sus representantes «deben regirse por un modelo laicista» que distinga las actuaciones realizadas en el ámbito público, compartido por toda la sociedad, de las realizadas en la esfera personal, de acuerdo a su libertad de conciencia.
En este sentido, Checa ha expuesto diferentes ejemplos en Jaén donde «no se ha respetado el principio de neutralidad» por parte de los poderes públicos. «Nos podemos encontrar un monolito dedicado a la Virgen de la Cabeza en el Polideportivo de las Fuentezuelas, la estatua de Juan Pablo II en el parque del Bulevar, otro monolito de la Virgen de la Estrella en la rotonda de la Alcantarilla y muchos más ejemplos», ha comentado.
Para esta asociación, es también necesaria una revisión del callejero de la ciudad, en la que «se debe reflejar la historia y cultura propias». Así, ha apostado por primar «personajes del barrio o de Jaén, y con especial atención a la falta de representación de mujeres, sobre otros personajes que tienen poco que ver con los valores universales o con su aportación al barrio donde los sitúan».
