El diputado macrista Daniel Lipovetzky (quien condujo las audiencias en Diputados) le pididó a la CIDH que se expida sobre el punto. Definición contundente contra los falsamente llamados “provida”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (C.I.D.H.) dijo durante el fin de semana que “no es admisible otorgar la condición de persona al embrión”. Lo hizo respondiendo a la consulta formal que le hiciera el diputado Daniel Lipovetzky (Cambiemos), quien ha conducido los debates en el plenario.
De esta forma la CIDH ratificó la compatibilidad de la legalización del aborto y su estatus de libre y gratuito con los preceptos de la Convención Americana de Derechos Humanos.
En su respuesta a Lipovetzky, la CIDH recuerda que según la Corte Interamericana de Derechos Humano “no es admisible otorgar la condición de persona al embrión. La protección del derecho a la vida en virtud del artículo 4 de la Convención Americana ‘no es absoluta, sino es gradual e incremental (…) debido a que no constituye un deber absoluto e incondicional, sino que implica entender la procedencia de excepciones a la regla general”.
“Las tendencias de regulación en el derecho internacional no llevan a la conclusión que el embrión sea tratado de manera igual a una persona o que tenga un derecho a la vida”, sentencia la CIDH basándose en los postulados de la Corte Interamericana.
Lipovetsky, una vez recibida la respuesta de la CIDH, manifestó a algunos medios que “se decía que la despenalización del aborto violaba la Convención Americana sobre Derechos Humanos y por eso era inconstitucional. Ha quedado claro que no lo es. La propia Comisión lo ha ratificado con el informe que nos ha brindado en base a mi pedido”.
La definición de la CIDH es otro golpe a las maníqueas argumentaciones de referentes y organizaciones mal llamadas “provida”, quienes insisten en rechazar el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo porque, entre otras cosas, el embrión sería “una persona” con derechos iguales a los de cualquiera.